Viena, Austria
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) confirmó este martes que ha identificado impactos directos en salas subterráneas de la instalación nuclear iraní de Natanz, como resultado de los recientes bombardeos llevados a cabo por Israel.
La evaluación del OIEA, agencia de la ONU encargada de supervisar la seguridad nuclear mundial, se actualizó tras un análisis continuo de imágenes satelitales de alta resolución, según informó el organismo en un comunicado publicado en la red social X (anteriormente Twitter).
Inicialmente, el organismo había indicado que no tenía indicios de daños bajo tierra y que los ataques solo habían afectado los edificios superficiales del complejo. Sin embargo, los nuevos datos sugieren que la ofensiva israelí logró penetrar zonas críticas de la planta.
La instalación nuclear de Natanz, ubicada en el centro de Irán, es una de las más importantes y emblemáticas del programa nuclear iraní. Su existencia fue revelada en 2002 y cuenta con al menos 70 cascadas de centrifugadoras, utilizadas para enriquecer uranio. Parte de la infraestructura está ubicada bajo tierra, precisamente como medida de protección ante ataques aéreos.
Israel, considerado una potencia nuclear no declarada, inició los bombardeos el pasado viernes con el objetivo de frenar el avance del programa nuclear iraní, en medio de una escalada de tensión militar con Teherán. Desde entonces, ambos países han intercambiado ataques directos, provocando numerosas víctimas civiles.
En paralelo, el conflicto ya ha tenido consecuencias humanas devastadoras. El pasado fin de semana, un misil iraní impactó un edificio de tres plantas en la ciudad israelí de Tamra, al norte del país, dejando como saldo la muerte de cuatro mujeres. Las imágenes del funeral, que se viralizaron en medios internacionales, reflejan la creciente gravedad del conflicto.
Occidente, especialmente Estados Unidos e Israel, ha manifestado históricamente su preocupación por las intenciones del programa nuclear iraní, que sospechan tiene fines militares. Irán, por su parte, insiste en que su programa nuclear es estrictamente civil y pacífico.
El recrudecimiento de las hostilidades ha generado preocupación en la comunidad internacional, especialmente ante la posibilidad de un conflicto mayor en Medio Oriente y los riesgos que implicaría un daño severo en instalaciones nucleares activas.
Deja una respuesta