Petróleo
Los precios del petróleo experimentaron una disminución significativa después de que Arabia Saudita redujera drásticamente sus tarifas en un intento por reposicionarse en un mercado caracterizado por la incertidumbre y la competencia.
El barril de crudo Brent para entrega en marzo registró una caída del 3.34%, alcanzando los 76.12 dólares, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) estadounidense para entrega en febrero cedió un 4.11%, ubicándose en 70.77 dólares.
Aramco, la petrolera nacional saudí, anunció la reducción de sus precios en dos dólares por barril para sus clientes asiáticos en febrero, con la nueva tarifa siendo apenas 1.5 dólares por barril superior a la referencia de Dubai para el mercado asiático. Esta acción refleja una respuesta a la desaceleración de la demanda, según analistas.
La medida saudita podría interpretarse como una advertencia dirigida a otros productores, incluyendo a Rusia y Estados Unidos, así como a aquellos que rechazaron los recortes de producción en la última reunión de la OPEP o incumplen sus compromisos de reducción. Hasta ahora, Arabia Saudita había reducido su producción en aproximadamente dos millones de barriles diarios desde el otoño de 2022 para estabilizar los precios.
Analistas sugieren que este movimiento evoca la estrategia de 2014, cuando Arabia Saudita inundó el mercado para contrarrestar la emergencia de Estados Unidos y el auge del petróleo de esquisto. Aunque no se anticipa una guerra de precios, algunos observadores consideran que esta posibilidad es más factible en la actualidad. La impaciencia de Arabia Saudita podría marcar un cambio en la dinámica del mercado petrolero.