Madrid
Este sábado, cientos de personas se manifestaron en las calles de Madrid bajo el lema «Sin antirracismo no hay futuro» para condenar el racismo y recordar a Lucrecia Pérez, dominicana asesinada en 1992 en un caso que se reconoce como el primer crimen racista en España. Los manifestantes también expresaron su solidaridad con las víctimas de las recientes lluvias torrenciales en Valencia y denunciaron la conexión entre la crisis climática y las desigualdades sociales, según los organizadores.
«Hemos querido hacernos cómplices del dolor de la población de Valencia porque somos parte de la clase trabajadora de Valencia», declaró a EFE Mónica Gortaire, portavoz de una de las asociaciones convocantes.
Durante la marcha, los asistentes pidieron medidas para detener lo que denominaron «necropolíticas urbanísticas», criticando las prácticas inmobiliarias que priorizan intereses económicos sobre el bienestar ambiental y social, afectando especialmente a las comunidades vulnerables.
La protesta se enmarca en el Otoño Antirracista y Anticolonial, una serie de actividades en varias ciudades españolas que busca denunciar las estructuras coloniales y racistas que aún perduran. Los organizadores hicieron un llamado a combatir los discursos de odio y la desinformación que, en su opinión, son promovidos por sectores ultraderechistas, señalando que estos discursos fomentan la división y la violencia.