Puerto Príncipe, Haití
El cierre fronterizo dispuesto por República Dominicana como represalia por la construcción de un canal de riego en el río Masacre ha tenido un fuerte impacto en Haití, donde más de la mitad de los productos consumidos provienen de su vecino. A pesar de la escasez y el aumento de precios, los haitianos están decididos a continuar con la construcción del canal.
El desabastecimiento es evidente en los mercados públicos y en los hogares haitianos, ya que los productos alimenticios dominicanos, así como medicinas y materiales de construcción, son esenciales para la población. El cierre de la frontera ha llevado a un aumento de los precios debido a extorsiones a los transportistas por parte de bandas armadas que controlan las carreteras.
La inseguridad en el país ha impactado gravemente la seguridad alimentaria, con bandas armadas invadiendo las regiones agrícolas. Productos dominicanos como cocos, higos bananeros y huevos son difíciles de encontrar en los mercados haitianos, y su precio se ha duplicado o triplicado en pocos días, generando preocupaciones sobre la calidad y seguridad de los productos.
A pesar del cierre, el contrabando ha aumentado, con productos dominicanos ingresando ilegalmente a Haití. Personas cruzan zonas fronterizas no controladas para comprar productos dominicanos y venderlos en el mercado haitiano.
Sin embargo, muchos haitianos continúan apoyando la construcción del canal de riego, considerándolo un proyecto esencial para su bienestar. A pesar de las pérdidas económicas, están dispuestos a luchar por su finalización.
Esta situación ha generado un sentimiento nacionalista y de unidad en Haití, con un llamado al consumo de productos locales y la determinación de seguir adelante a pesar de los desafíos. Mientras República Dominicana mantiene el cierre de la frontera, los haitianos están decididos a continuar con su proyecto y enviar un mensaje de resistencia y unidad a su vecino.