La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos decidió mantener sus tasas de interés de referencia entre 5.25% y 5.50%, el nivel más alto en más de dos décadas, tras una reunión de dos días de su Comité de Política Monetaria (FOMC). Esta decisión, aunque esperada, tranquilizó a los mercados financieros al descartar la posibilidad de un próximo aumento.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, destacó que, a pesar del repunte de los precios al consumo, no se han producido avances significativos hacia el objetivo de inflación del 2% anual. Powell también afirmó que es poco probable que haya un aumento en las tasas en el futuro cercano, ya que la política monetaria actual es suficientemente restrictiva a largo plazo.
La reacción en Wall Street fue mixta, con el índice Dow Jones ganando un 0.23%, el Nasdaq perdiendo un 0.33% y el S&P 500 cediendo un 0.34%. Sin embargo, las palabras de Powell tranquilizaron a los inversores, lo que sugiere que el mercado ve con buenos ojos la perspectiva de estabilidad en las tasas de interés.
Además, el FOMC anunció que comenzará a reducir más lentamente su volumen de activos en cartera a partir de junio, lo que indica un inicio de flexibilización de la política monetaria. Durante la pandemia de COVID-19, la Fed aumentó sus tenencias de bonos del Tesoro para inyectar liquidez en el mercado y apoyar la economía. Ahora, está empezando a deshacerse de estos bonos, retirando dinero del mercado.
El mantenimiento de tasas altas tiene como objetivo desalentar el crédito y reducir la liquidez en la economía para contener la inflación. Aunque hasta hace poco se esperaba una reducción de tasas a partir de junio, ahora los analistas apuntan más hacia septiembre o noviembre, dependiendo de la evolución de la inflación y el crecimiento económico.
El crecimiento económico de Estados Unidos en el primer trimestre de 2024 fue más débil de lo esperado, mientras que la inflación ha mostrado un repunte en los últimos meses. Sin embargo, los datos de inflación mes a mes tranquilizaron al mercado, al igual que el hecho de que el mercado laboral sigue siendo sólido.
En resumen, la Fed ha optado por mantener las tasas altas por el momento, lo que ha generado cierta estabilidad en los mercados financieros y ha proporcionado un alivio a los inversores preocupados por la inflación y el crecimiento económico.