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Cuando una cuenta bancaria, ya sea de ahorro, a plazo o corriente, se considera «abandonada» debido a la inactividad del titular, los fondos no se pierden, sino que pasan a custodia del Banco Central. Este proceso se activa después de un período de tres a diez años sin movimientos de depósitos o retiros en la cuenta.
Una cuenta se considera «inactiva» cuando no presenta actividad durante un período de tres años hasta menos de diez. Durante este tiempo, la entidad financiera continúa pagando los intereses correspondientes, según los términos pactados con el titular. Después de este período, si la cuenta sigue sin actividad, se declara «abandonada».
Cuando una cuenta se declara abandonada, los fondos pasan al Banco Central, aunque ya no generan intereses. Después de diez años en el Banco Central, si no se reclaman, los fondos se transfieren al Fondo de Contingencia y ya no son recuperables.
Sin embargo, el titular de la cuenta tiene la oportunidad de reclamar sus fondos si realiza la solicitud dentro de los primeros diez años a partir de la fecha de la transferencia de los saldos al Banco Central. Para reclamar los fondos, el titular debe ponerse en contacto con el Departamento de Tesorería del Banco Central y agendar una cita. Se le realizarán preguntas para verificar la autenticidad de la reclamación.
Las entidades de intermediación financiera están obligadas a informar semestralmente sobre las cuentas inactivas y abandonadas, proporcionando detalles como el nombre y la última dirección conocida del titular. La Superintendencia de Bancos también publica esta información en su página web antes de la transferencia de los fondos al Banco Central.
En resumen, es posible recuperar los fondos de una cuenta abandonada si se realiza la reclamación dentro del plazo establecido, pero es crucial actuar antes de que los fondos se transfieran al Fondo de Contingencia después de veinte años.