Santo Domingo RD

En el mundo del béisbol, la aparición de lanzamientos veloces ha revolucionado el juego, y uno de los referentes indiscutibles en esta área es el relevista cubano Aroldis Chapman, quien dejó su huella al establecer el récord Guinness de la pelota más rápida en septiembre de 2010. Desde entonces, los bateadores se han enfrentado a un desafío constante al tratar de enfrentar estos lanzamientos de alta velocidad.

Recientemente, el lanzador Ben Joyce tuvo su debut en las Grandes Ligas como relevista de los Angelinos de Los Ángeles. Durante su primera prueba de fuego, enfrentó a los bateadores de los Medias Blancas de Chicago en el séptimo episodio del juego. Con una exhibición impresionante, Joyce logró lanzar 11 pelotas a velocidades superiores a las 100 millas por hora, dejando perplejos a los bateadores contrarios. De los cinco intentos de swing, solo tres lograron hacer contacto, lo que demuestra lo difícil que es para los bateadores ajustarse a estas pelotas de gran potencia.

El impacto de los lanzamientos veloces en el béisbol se refleja en las estadísticas. En los primeros dos meses de la temporada actual, el promedio de bateo contra las bolas rápidas (rectas, sinkers o cutters) es de .239. Cuando se trata de lanzamientos que superan las 100 millas por hora, el porcentaje de bateo cae significativamente a .170.

Por otro lado, cuando la velocidad del lanzamiento es inferior, los bateadores pueden ajustarse con mayor facilidad, logrando un promedio de bateo de .280. Es evidente que la alta velocidad supone un desafío para los bateadores que no poseen la capacidad de reacción necesaria.

El uso del cutter, una variante de lanzamiento con un mayor dinamismo y menos movimiento de caída en comparación con el slider, también presenta dificultades para los bateadores. Cuando se lanza por debajo del umbral de las 95 millas por hora, este lanzamiento ha demostrado tener un porcentaje de ponches del 16.7%.

En conclusión, la velocidad en el béisbol sigue siendo un arma dominante que los bateadores deben enfrentar. Aquellos que no pueden adaptarse a esta realidad se ven en apuros, mientras que los lanzadores con habilidades para generar velocidad continúan imponiéndose en el juego. Para los nuevos talentos como Ben Joyce, la clave está en desarrollar lanzamientos secundarios que complementen su bola rápida sin abusar de ella, lo que les permitirá mantener a los bateadores en constante desafío.

Por redaccion

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