Pontiac, Michigan

Jennifer y James Crumbley, los padres de un adolescente responsable de un tiroteo en la escuela de Michigan en 2021, fueron sentenciados a al menos 10 años de prisión cada uno por su negligencia en prevenir la tragedia que cobró la vida de cuatro alumnos. Este caso marca la primera vez que los padres son condenados por un tiroteo masivo en una escuela en Estados Unidos, siendo declarados culpables de homicidio involuntario.

La sentencia se basó en pruebas que demostraron que los Crumbley no aseguraron un arma de fuego que tenían en su casa y mostraron indiferencia hacia la salud mental de su hijo adolescente, Ethan Crumbley. El joven había hecho dibujos preocupantes en su tarea de matemáticas, indicativos de su angustia emocional, pero ni la escuela ni los padres tomaron medidas adecuadas.

El día del tiroteo, Ethan, de 15 años en ese momento, llevó un arma a la escuela y abrió fuego, dejando un saldo trágico de víctimas. Ahora, Ethan cumple cadena perpetua por sus acciones.

La jueza Cheryl Matthews enfatizó que las condenas no se tratan simplemente de una mala crianza, sino de la falta de acciones que podrían haber evitado la tragedia. Familiares de las víctimas pidieron al juez una sentencia de 10 años para los padres, acusándolos de contribuir a la muerte de sus hijos por su negligencia y egoísmo.

Los fiscales argumentaron que medidas simples podrían haber evitado la catástrofe. Durante el juicio, se reveló que Ethan había expresado su tristeza y angustia en dibujos y mensajes, pero sus padres no tomaron en serio las señales de alerta.

Este caso arroja luz sobre la responsabilidad de los padres en la prevención de la violencia armada en las escuelas y destaca la necesidad de tomar en serio las señales de alerta de problemas emocionales en los adolescentes.

Por redaccion

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