Puerto Príncipe, Haití
El centro de Puerto Príncipe se ha convertido en un lugar abandonado y peligroso en manos de las bandas armadas, donde ni siquiera la presencia policial es suficiente para mantener el orden. A pesar del estado de emergencia y el toque de queda vigentes, los ataques y saqueos a farmacias, clínicas y escuelas continúan, generando un aumento en la tensión y obligando a los residentes a huir de la zona.
La coalición ‘Vivre Ensemble’, liderada por Jimmy Cherizier, alias «Barbecue», ha sido responsable de múltiples actos de violencia en los alrededores del Hospital Universitario Estatal de Haití, que ha quedado abandonado durante semanas. Colegios, clínicas y viviendas han sido saqueados e incendiados, exacerbando la crisis humanitaria en la región.
A pesar de los esfuerzos de la Policía Nacional de Haití para contener la violencia, las operaciones realizadas desde finales de febrero han resultado en enfrentamientos mortales y la confiscación de armas de fuego, pero la situación sigue siendo crítica.
El estado de emergencia en el departamento del Oeste, donde se encuentra Puerto Príncipe, ha sido extendido hasta el viernes, con un toque de queda que excluye solo a ciertos grupos, como los trabajadores de emergencias y los periodistas identificados.
Mientras tanto, los pacientes abandonados en el hospital público cerrado continúan sufriendo sin atención médica, mientras que la escalada de la violencia armada amenaza con empeorar la crisis nutricional en el país y limita el acceso a servicios esenciales, según advierte Unicef.
La falta de estabilidad política también ha afectado el proceso de transición en Haití, con renuncias y cambios en el consejo presidencial, lo que agrava aún más la situación en el país.
En este contexto, la población haitiana se enfrenta a una crisis humanitaria cada vez más grave, con la esperanza de que se restablezca la seguridad y se pueda proporcionar la ayuda necesaria para salvar vidas y reconstruir el país.