Puerto Príncipe, Haití
El sábado en Puerto Príncipe, la capital de Haití, comenzó con enfrentamientos entre la policía y grupos armados, pero luego se experimentó una relativa calma. Sin embargo, el gobierno extendió el toque de queda hasta el próximo martes en respuesta a la violencia persistente en la región. Mientras tanto, el consejo presidencial de transición enfrenta desafíos para avanzar en sus reuniones debido a disputas sobre quiénes tienen derecho a voto.
Los disturbios en Puerto Príncipe involucraron ataques a bases policiales por parte de bandas armadas, como la dirigida por el ex policía Jimmy Cherizier, alias Barbecue. La situación generó la paralización de actividades en varios barrios, con barricadas levantadas para impedir el acceso de la policía a las zonas bajo ataque. Además, se encontraron varios cuerpos sin vida en la región, aumentando la preocupación por la escalada de la violencia.
El primer ministro interino de Haití, Michael Patrick Boisvert, anunció la extensión del toque de queda en el Departamento Oeste, donde se encuentra Puerto Príncipe, hasta el martes próximo. Esta medida restringe la circulación de personas y prohíbe las manifestaciones y disturbios en las calles, con la autoridad otorgada a las fuerzas del orden para hacer cumplir estas disposiciones.
Mientras tanto, el consejo presidencial de transición, encargado de facilitar la estabilidad política y preparar el terreno para futuras elecciones, enfrenta dificultades internas. Las discusiones sobre quiénes tienen derecho a voto dentro del consejo han impedido avances significativos en sus reuniones. Las disputas sobre la composición y los roles de los miembros del consejo reflejan la complejidad de la situación política en Haití y obstaculizan los esfuerzos para alcanzar la estabilidad y la democracia en el país.
El panorama en Haití sigue siendo incierto, con desafíos persistentes en términos de seguridad y gobernabilidad. La extendida violencia y la falta de progreso en el proceso de transición política plantean preocupaciones sobre el futuro de la nación caribeña y la capacidad de sus líderes para abordar eficazmente los problemas internos.