Puerto Príncipe, Haití

La capital de Haití vive este martes una jornada de relativa calma, lejos de las sangrientas escenas de la víspera, cuando el sector de Pétion-ville, en las colinas de Puerto Príncipe, amaneció con más de una docena de cadáveres en sus calles.

Hoy Puerto Príncipe presenta una imagen de aparente normalidad, aunque desde hace tiempo la situación dista de ser tranquila, y mucho menos desde que a finales de febrero pasado las bandas armadas iniciaran un incremento de sus ataques a instituciones, empresas, prisiones, residencias privadas o infraestructuras.

En medio de la relativa mejoría de este martes, se conoció que siguen los secuestros (entre ellos del que fuera portavoz de la presidencia en la administración de Michel Martelly, el periodista Lucien Jura, en su propia residencia) y que los ataques de las bandas en los sectores acomodados de Laboule y Thomassin dejaron la víspera muertos y heridos.

Por su parte, la Policía Nacional de Haití (PNH) hizo un balance hoy de sus operaciones desde el pasado fin de semana en «diferentes focos de bandas en la zona metropolitana (de la capital), en especial Delmas 6, Centre-Ville de Puerto Príncipe, Bellevue, Belvil, Route de Freres, Laboule y Thomassin», entre otros.

Esas intervenciones policiales se saldaron con varios miembros de bandas muertos, la recuperación de armas de guerra o la confiscación de cuatro vehículos, según indicó la PNH en sus redes sociales.

Además, se supo que el lunes se repelió un ataque al Banco de la República de Haití (BRH), un suceso en el que, según fuentes locales, murieron cuatro supuestos miembros de bandas armadas y donde las fuerzas de seguridad se habrían incautado de cuatro fusiles.

Ante la extrema situación que vive Haití, en especial la zona metropolitana de Puerto Príncipe, en gran parte bajo control de las bandas, se suceden los llamamientos de organizaciones humanitarias y de defensa de los derechos humanos.

Amnistía Internacional pidió este martes soluciones duraderas ante la grave crisis en Haití e instó a la comunidad internacional a «proporcionar asistencia humanitaria inmediata para aliviar el sufrimiento de las personas desplazadas y afectadas por la violencia», en palabras de la directora para las Américas de AI, Ana Piquer.

Para el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), «la nueva escalada de la violencia en Haití es totalmente insoportable para los niños (…) El miedo es omnipresente».

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) alertó de que, «sin la garantía de tener suficiente para comer, no solo hoy, sino también mañana, este país nunca encontrará la paz», en referencia a los cultivos abandonados por los agricultores debido a la violencia.

Haití atraviesa desde hace mucho tiempo una situación de crisis, que empeoró aún más tras el asesinato en 2021 del presidente Jovenel Moise, y posteriormente ha visto el empoderamiento de las bandas armadas.

La situación de violencia llevó en octubre pasado a la ONU a aprobar el envío al país de una misión multinacional de asistencia a la seguridad que encabezará Kenia, pero que aún no se ha materializado.

Por redaccion

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