Puerto Príncipe, Haití
Después de enfrentar un día marcado por la violencia y el caos, la capital de Haití, Puerto Príncipe, experimenta hoy una jornada de relativa calma. Aunque las tensiones aún persisten, la situación parece haber mejorado ligeramente en comparación con la víspera, cuando se reportaron escenas sangrientas en las calles de Pétion-ville.
A pesar de esta aparente normalidad, la violencia sigue siendo una preocupación constante en Haití. Los secuestros continúan, con el alarmante caso del periodista Lucien Jura, ex portavoz de la presidencia en la administración de Michel Martelly, quien fue secuestrado en su propia residencia.
Las autoridades locales, especialmente la Policía Nacional de Haití (PNH), han intensificado sus operaciones para abordar la creciente ola de delincuencia. Estas acciones han resultado en la muerte de miembros de bandas armadas, la confiscación de armas y la recuperación de vehículos robados.
Organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) han instado a la comunidad internacional a proporcionar asistencia inmediata para aliviar el sufrimiento de las personas afectadas por la violencia. La violencia no solo amenaza la seguridad física de los ciudadanos, sino que también está teniendo un impacto devastador en la educación de los niños, con el cierre de escuelas debido a la inseguridad.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) también ha alertado sobre la situación alimentaria en el país, destacando la importancia de garantizar el acceso a alimentos para lograr la estabilidad y la paz. Con una población que enfrenta inseguridad alimentaria y una economía afectada por la violencia y los bloqueos de carreteras, la situación humanitaria en Haití es cada vez más desesperada.
Haití ha estado inmerso en una crisis prolongada, agravada por el asesinato del presidente Jovenel Moise en 2021 y el aumento del poder de las bandas armadas. A pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional, incluida la aprobación de una misión multinacional de asistencia a la seguridad liderada por Kenia, la situación en el país sigue siendo precaria.