San Juan, PR 

Decenas de extranjeros, incluyendo ciudadanos de Estados Unidos y Canadá, se encuentran atrapados en Haití, buscando desesperadamente abandonar el país devastado por la violencia. Las pandillas antigubernamentales han cerrado los aeropuertos internacionales del país y continúan luchando contra la policía, dejando a los extranjeros varados en hoteles y casas, sin poder salir por aire, mar o tierra.

Richard Phillips, un hombre de 65 años de Ottawa, Canadá, se encuentra entre los atrapados. Después de viajar a Haití para trabajar en proyectos humanitarios, se vio imposibilitado de salir cuando su vuelo de regreso fue cancelado. Phillips expresó su preocupación por la situación y el posible colapso de la seguridad en las calles de Haití.

Yvonne Trimble, una residente estadounidense de más de 40 años en Haití, también está varada en la ciudad costera norteña de Cap-Haitien. Describió la situación como «la peor que he visto» y relató cómo una turba rodeó el aeropuerto local en un episodio de caos.

La compañía Missionary Flights International, con sede en Florida, ha recibido hasta 40 llamadas de personas que buscan salir o esperar en Haití. Sin embargo, la incertidumbre sobre la seguridad y el posible regreso del primer ministro ha complicado los esfuerzos de evacuación.

Para algunas familias, como la de un misionero en medio de una adopción y otra enfrentando problemas de salud, abandonar Haití no es una opción inmediata. Matt Prichard, director de operaciones de un misionero con familia en Haití, destacó las dificultades adicionales causadas por la escasez de productos básicos y combustible.

A pesar de los desafíos, la comunidad de expatriados en Haití brinda apoyo y consuelo mutuo en medio de la crisis, fortaleciendo los lazos y las relaciones entre ellos mientras esperan una salida de la situación.

Por redaccion

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