Los Ángeles, EE.UU.

Taylor Swift se ha consolidado en los últimos años como un referente feminista para muchos fans e incluso para los medios de comunicación, pero hay académicas que consideran que su discurso, centrado en mujeres blancas y de clase media-alta, se queda a medio gas, ya que no incluye a todas las mujeres.

En los últimos años, la artista ha construido un notable imperio musical, y parte de la prensa así como sus seguidores destacan su faceta empresarial como algo “empoderador” y “feminista”, por ser una mujer que ha logrado generar una gran riqueza con su trabajo.

“Eso es el nivel superficial, porque estás viendo a una mujer empoderada que ha roto muchas paredes para llegar donde está. Pero cuando indagas más allá de la superficie y ves lo que hace por las mujeres negras, indígenas, de color, las que no son privilegiadas o las LGTBI, piensas que quizá todo eso puede ser una ‘performance”, expresa a EFE Paola Zamperini, profesora del programa “Estudios de género y sexualidad” de la Universidad de Evanston, en Illinois.

La imagen de Swift como referente feminista se intensificó en 2017, cuando se unió al movimiento ‘MeToo’ -iniciado a raíz de los abusos sexuales cometidos por el productor de cine estadounidense Harvey Weinstein-, así como por su denuncia contra el DJ de radio David Mueller, al que demandó por acoso sexual.

Desde aquel año, la cantante ha utilizado su altavoz en ocasiones puntuales para defender luchas históricas de las mujeres como la libertad sexual o el derecho al aborto, manifestándose públicamente en contra de las limitaciones a la práctica del aborto en Estados Unidos.

Pero con su activismo Swift no llega a las mujeres que no forman parte de la clase media-alta, y en los últimos años sus ya de por sí escasos pronunciamientos públicos han mermado considerablemente.

Por redaccion

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *