En Baní, a pesar del luto y el dolor causados por la tragedia de Chiapas ocurrida hace dos años, cientos de personas continúan emprendiendo viajes ilegales hacia los Estados Unidos. La tragedia de Chiapas dejó 9 víctimas mortales y dos lesionados, pero no detuvo la tendencia de los banilejos de buscar el «sueño americano» a toda costa.

El dolor persiste en las familias afectadas, con madres, hijos, padres y amigos recordando a las víctimas. A pesar de los riesgos evidentes, la emigración ilegal desde Baní ha aumentado en frecuencia y número de participantes. La «vuelta a México» se realiza con nuevas rutas, costos y prácticas sorprendentes.

La tragedia no solo dejó víctimas mortales, sino también huérfanos, deserción escolar, deudas y problemas económicos para las familias afectadas. A pesar de estas consecuencias, la migración ilegal persiste, y algunos barrios de Baní se ven afectados por la ausencia de sus habitantes.

Se informa que más de 1,500 jóvenes solo de la pequeña comunidad rural de Limonal se han ido por la «vuelta a México». Además, se estima que en la provincia de Peravia hay entre 25 y 30 organizadores de viajes de indocumentados.

La nueva modalidad de entrada presenta dos opciones: «con entrega» y «sin entrega». Aquellos que optan por «con entrega» se entregan a un control migratorio en la frontera entre México y Estados Unidos, lo que les permite llegar a su destino en un plazo de 8 a 13 días. Por otro lado, la opción «sin entrega» implica la travesía tradicional a través de bosques y cruces fronterizos más peligrosos.

La ruta de viaje ha experimentado cambios, con destinos iniciales en El Salvador, Panamá o Nicaragua en avión, debido al cierre del programa que permitía a los dominicanos entrar sin visado a Guatemala. Desde estos lugares, los migrantes continúan en diferentes vehículos hasta llegar a Estados Unidos.

La emigración ha afectado a comunidades rurales que históricamente han sido autosuficientes económicamente, y ahora se enfrentan a la escasez de mano de obra. Además, se están utilizando nuevas prácticas para ser acogidos en programas humanitarios en Estados Unidos, como la presentación de denuncias falsas de violencia doméstica.

A pesar de los riesgos, la fiebre por alcanzar el «sueño americano» persiste en Baní, con familias enteras y personas de diversos perfiles buscando nuevas oportunidades en los Estados Unidos. Los costos de estos viajes han disminuido desde la tragedia de Chiapas, y las opciones van desde viajes «VIP» hasta la travesía tradicional por bosques inhóspitos. La Vuelta a México sigue siendo una realidad que afecta profundamente a la comunidad banileja.

Por redaccion

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