Dajabón, Haití

En respuesta a rumores de que la República Dominicana abriría su frontera este lunes 9, los habitantes de la localidad haitiana de Juana Méndez se dirigieron al puente fronterizo con un camión cargado de bloques con la intención de construir un muro para cerrar el paso en Dajabón.

La información comenzó a circular después del anuncio del presidente Luis Abinader de flexibilizar las medidas gubernamentales que habían llevado al cierre de las fronteras marítimas, terrestres y aéreas. Sin embargo, en cuanto a las medidas migratorias, estas seguirían siendo las mismas.

La respuesta de la Policía Nacional y Fronteriza de Haití fue intervenir para dispersar a la multitud. Se realizaron disparos y se lanzaron bombas lacrimógenas para restaurar el control en el área. Mientras tanto, el Cuerpo Especializado en Frontera Terrestre (Cesfront) reforzó el lado dominicano de la frontera.

La población haitiana ha preferido ignorar las consecuencias del cierre fronterizo impuesto por la República Dominicana como represalia por la construcción de un canal de riego en el río Masacre. A pesar del desabastecimiento de productos dominicanos, los haitianos han asumido las dificultades causadas por la medida y están dispuestos a continuar con la construcción del canal.

Haití es un importante socio comercial de la República Dominicana, y más del 50% de los productos consumidos en Haití proviene de la República Dominicana. La escasez de alimentos y el aumento de precios están afectando a los mercados públicos y los hogares haitianos.

El cierre de la frontera también ha dado lugar al contrabando de productos dominicanos a Haití, lo que ha llevado a la aparición de productos de baja calidad en los mercados. A pesar de las dificultades, algunos haitianos están decididos a continuar con la construcción del canal de riego, considerado un proyecto de gran importancia para su bienestar.

En medio de la crisis, se ha desarrollado un sentimiento de unidad y apoyo a nivel nacional en torno a la finalización del canal de riego, con eslóganes como «El canal no se detendrá» y «el canal o la muerte». La población haitiana está dispuesta a resistir y asumir las dificultades económicas para lograr la terminación de este proyecto que consideran esencial para su futuro.

Este cierre de frontera y las tensiones subsiguientes continúan siendo un tema importante en la región y plantean desafíos económicos y sociales significativos para ambas naciones vecinas.

Por redaccion

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