ELÍAS PIÑA, RD

La incertidumbre sobre la posibilidad de un enfrentamiento letal directo en Haití entre las fuerzas multinacionales anticipadas y las bandas armadas ha llevado a una seria reflexión. El influyente líder de la pandilla G9 y Familia, Jimmy Cherizier, conocido como «Barbecue», ha lanzado una advertencia contundente: si sus guetos son atacados, no dudará en responder con violencia.

Esta advertencia tiene implicaciones profundas y preocupantes para la República Dominicana, ya que la frontera terrestre con Haití es el punto más cercano donde los haitianos podrían buscar refugio en caso de un conflicto. Los «huecos» y áreas vulnerables en la frontera podrían dar paso a un éxodo masivo que alteraría drásticamente la vida, la seguridad y la convivencia social entre los dominicanos.

Un conflicto armado en Haití tendría ramificaciones significativas y sacrificios económicos considerables para el Estado dominicano.

En primer lugar, requeriría el despliegue inmediato de una fuerza conjunta que englobaría a la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea, además de los organismos de inteligencia y seguridad del Estado. Enviar una cantidad significativa de personal a una zona de riesgo a más de 300 kilómetros de distancia de Santo Domingo conlleva costos considerables, y mantener equipos militares en constante movimiento implicaría un gasto significativo en combustible.

En las comunidades fronterizas, la Policía tendría que estar en alerta constante, ya que la cantidad de personas ilegales, ladrones y delincuentes de diversas categorías ha aumentado alarmantemente en la zona.

Dado que este es un asunto de seguridad nacional y soberanía, la logística, el suministro y la alimentación de las tropas durante un posible estallido armado en Haití tendrían un impacto sustancial en el presupuesto del Ministerio de Defensa y requerirían aportes adicionales en situaciones de emergencia nacional.

El gobierno también tendría que implementar medidas para proteger a los ciudadanos dominicanos en la frontera, proporcionando asistencia en servicios esenciales como alimentación, atención médica y transporte.

Reforzar las fuerzas militares en las provincias fronterizas se vuelve una prioridad en caso de un conflicto en Haití, ya que la posibilidad de un éxodo de haitianos podría ser aprovechada por organismos internacionales para presionar por un refugio incondicional, afectando la agenda de la República Dominicana.

La situación presenta desafíos graves y complejos. Mientras se espera la llegada de un contingente internacional para la paz, «Barbecue», líder de la alianza pandillera G9, ha emitido una advertencia seria y amenaza con defender a su gente con fuego de pólvora en caso de agresiones.

La posible resistencia de las bandas y la complejidad de operar en áreas urbanas complicarán los operativos destinados a acabar con las pandillas. Aunque hay planes para desmantelar estos grupos, ellos también tienen sus estrategias. La incertidumbre sobre si se desatará un enfrentamiento directo marcará los próximos días. La República Dominicana se prepara para una situación que podría tener impactos profundos y duraderos en la región.

Por redaccion

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