LAHAINA, Hawá

Los incendios que arrasaron la isla de Maui han dejado a su paso una estela de destrucción y pérdida, con temores crecientes de que decenas de personas puedan haber perdido la vida en medio de la devastación. A medida que los equipos de búsqueda recorren minuciosamente los vecindarios afectados, las probabilidades de encontrar a personas sin vida aumentan, según declaraciones del gobernador de Hawái, Josh Green.

La histórica ciudad de Lahaina ha sido una de las áreas más gravemente afectadas, con las llamas arrasando la mayoría de sus edificios. Lamentablemente, estos incendios han marcado uno de los eventos más mortales en los Estados Unidos en más de un siglo, con al menos 96 personas confirmadas fallecidas.

Josh Green compartió sus preocupaciones en una entrevista con «CBS Mornings», señalando que las cuadrillas de búsqueda están peinando cada calle en busca de posibles víctimas. La velocidad a la que las llamas se propagaron, llegando a alcanzar hasta un kilómetro por minuto en algunos momentos, ha dejado a la comunidad devastada y a las autoridades en alerta.

El trabajo de búsqueda y rescate es arduo y desafiante. Equipos compuestos por veinte perros rastreadores de cadáveres y decenas de buscadores humanos están rastreando los restos de lo que alguna vez fueron vecindarios. La tarea es inmensa: hasta el momento, solo se ha cubierto el 3% de la zona de búsqueda, lo que subraya la magnitud de la tarea por delante.

Las causas de los incendios siguen bajo investigación, pero una combinación de verano seco y vientos fuertes derivados de un huracán cercano avivaron las llamas, creando un ambiente propicio para su rápida propagación. Incluso donde el fuego ha retrocedido, se advierte sobre la presencia de subproductos tóxicos en el aire y en el agua potable.

La comunidad de Lahaina ha sufrido pérdidas significativas, tanto en términos de propiedades como de vidas humanas. Los esfuerzos de ayuda y albergue se han organizado para las personas afectadas, incluyendo la colaboración con hoteles y casas de alquiler. La necesidad de reconstrucción es inmensa, estimándose los daños en alrededor de 5.600 millones de dólares.

La comunidad hawaiana y las personalidades notables se han unido en solidaridad. Oprah Winfrey ha proporcionado ayuda y recursos a las personas afectadas, y ha compartido su intención de apoyar en la recuperación a largo plazo.

A medida que la búsqueda de víctimas continúa, las autoridades también se comprometen a revisar sus protocolos de respuesta ante desastres. La falta de activación de las sirenas de alerta en el momento adecuado ha sido objeto de crítica, y se busca mejorar los sistemas de advertencia y comunicación en casos de emergencia.

Este desastre natural en Hawái ha dejado cicatrices profundas en la comunidad y en la historia del archipiélago. La labor de recuperación será larga y desafiante, y requerirá el apoyo continuo de la comunidad local y de toda aquella persona dispuesta a brindar ayuda en estos tiempos difíciles.

Por redaccion

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