Ecuador

El gobierno de Ecuador ha recurrido nuevamente a la declaratoria de estado de excepción para hacer frente a una serie de hechos violentos que han sacudido al país en los últimos días. La situación de inseguridad ha generado una gran preocupación en la población, que lleva más de dos años lidiando con un repunte irrefrenable de la violencia y los crímenes.

Los eventos más recientes incluyen el asesinato del alcalde de Manta, la tercera ciudad más grande del país, seguido de una masacre carcelaria y una serie de ataques en el norte de Ecuador. Como respuesta, el gobierno ha decretado un segundo estado de excepción, esta vez enfocado en el sistema penitenciario, con el objetivo de recuperar el control sobre las prisiones que se declararon en huelga y enfrentaron violentos enfrentamientos entre los presos.

Paralelamente, en la ciudad de Esmeraldas, se registró una ola de violencia con enfrentamientos entre internos de la cárcel estatal, una explosión de una bomba incendiaria y varios incendios de vehículos. La situación ha llevado a la suspensión de las actividades escolares en la zona.

El gobierno ha achacado la violencia a la ruptura de una alianza entre grupos criminales, los Lobos y los Tiguerones, que han estado operando en diversas provincias y ciudades portuarias del país. Dentro de las cárceles, los presos disponen de armas y explosivos, lo que ha generado una grave preocupación por la seguridad del personal penitenciario.

La Penitenciaría de Guayaquil, la más grande y peligrosa del país, fue escenario de un enfrentamiento armado entre presos que dejó un alto número de muertos y heridos. La situación superó el control de los guardias penitenciarios, y las autoridades se vieron obligadas a movilizar a policías y militares para tomar el control de la cárcel.

El gobierno ha iniciado un proceso de distribución de los presos en los pabellones según su pertenencia a bandas criminales para intentar reducir la violencia, pero la sobrepoblación carcelaria sigue siendo un desafío importante.

Ante esta grave situación de violencia, el gobierno ecuatoriano ha decretado el estado de excepción en varios territorios del país para abordar la crisis de seguridad. La situación es preocupante y requiere una respuesta urgente para restablecer el orden y la tranquilidad en el país.

Por redaccion

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