Canadá, EE.UU.

Los intensos incendios forestales que están arrasando Canadá han generado una densa niebla distópica que se ha extendido hasta el noreste de Estados Unidos, causando preocupación por la calidad del aire. Esta niebla ha teñido el cielo de un gris amarillento, convirtiendo el ambiente en un entorno acre y generando avisos para que las personas más vulnerables permanezcan en espacios interiores.

Los efectos de los cientos de incendios activos en las provincias del oeste de Canadá, que se extienden hasta Quebec, se han dejado sentir en lugares tan lejanos como la ciudad de Nueva York y Nueva Inglaterra, ocultando los perfiles de las ciudades y causando irritación en las gargantas de las personas.

Las autoridades estadounidenses han emitido alertas sobre la calidad del aire en la región de los Grandes Lagos, desde Cleveland hasta Buffalo, donde la neblina y el humo provenientes de los incendios forestales han sido perceptibles.

En la Ciudad de Nueva York, la mezcla de neblina y humo se hizo especialmente densa durante la tarde del martes, impidiendo la visibilidad de Nueva Jersey desde la otra orilla del río Hudson y convirtiendo el sol en un orbe rojo al atardecer. En la zona de Filadelfia, la niebla adquirió tonalidades lavanda al caer la noche.

Los residentes han reportado un olor a quemado similar al de una hoguera, incluso en espacios cerrados como restaurantes en Manhattan. Algunas personas han optado por usar mascarillas para protegerse del humo.

Si bien el humo de los incendios canadienses ha estado llegando a los estados nororientales de EE. UU. desde hace semanas, no fue hasta ahora que su impacto se hizo evidente en la mayoría de los lugares.

La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha señalado la dificultad de ignorar la bruma en los cielos durante el martes, mientras que el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, ha alentado a los residentes a limitar las actividades al aire libre al mínimo necesario.

Las autoridades advierten sobre la calidad del aire debido a una serie de factores, incluyendo la presencia de partículas finas conocidas como «PM 2.5», que pueden irritar los pulmones. La exposición a niveles elevados de contaminación por partículas finas puede afectar la salud respiratoria y cardiovascular, especialmente en niños, adultos mayores y personas con enfermedades pulmonares preexistentes como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).

Se recomienda a las personas posponer las labores de jardinería y el ejercicio al aire libre en estos momentos. Aquellos que salgan deben considerar el uso de mascarillas N95 para reducir la exposición a los contaminantes. Se aconseja también mantener las puertas, ventanas y chimeneas cerradas, y utilizar sistemas de aire acondicionado con recirculación del aire. Aquellas personas con enfermedades pulmonares o cardíacas preexistentes podrían considerar la adquisición de purificadores de aire de alta calidad para

Por redaccion

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