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Una madre en Suiza ha sido sancionada con una multa de 1.046 euros después de llevarse a su hija de vacaciones, lo que ocasionó que la menor faltara a la escuela. Las autoridades educativas del país, que toman muy en serio la asistencia regular de los estudiantes, impusieron la multa al considerar que la ausencia no estaba justificada, destacando la importancia de la educación como una prioridad sobre las actividades recreativas fuera del periodo vacacional oficial.
El caso ha generado debate en Suiza sobre el equilibrio entre la educación y las decisiones familiares, subrayando la firme postura del sistema educativo suizo respecto a las faltas escolares no justificadas.