Ankara, Turquía
El alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, principal opositor del presidente Recep Tayyip Erdogan, fue suspendido de su cargo y encarcelado este domingo tras ser acusado de corrupción. La decisión judicial ha provocado una de las mayores olas de protestas en Turquía en más de una década.
Imamoglu, de 53 años, fue trasladado a la cárcel de Silivri, al oeste de Estambul, junto con varios de sus coacusados. Desde el inicio del proceso, el edil ha calificado las acusaciones en su contra como «inmorales y sin fundamento», denunciando lo que considera una persecución política.
El fallo judicial ordenó su encarcelamiento por corrupción, aunque desestimó una acusación por terrorismo. El Partido Republicano del Pueblo (CHP), principal fuerza opositora y al que pertenece Imamoglu, calificó la medida como un «golpe de Estado político» y anunció que apelará la decisión.
Desde el miércoles, cuando se hizo pública su detención, las protestas se han extendido a 55 de las 81 provincias turcas, en lo que ya se considera la mayor movilización ciudadana desde las manifestaciones del Parque Gezi en 2013.
Para contener las protestas, la gobernación de Estambul extendió la prohibición de reuniones hasta el miércoles por la noche y anunció restricciones de ingreso a la ciudad para evitar más manifestaciones.
Pese a su detención, el CHP celebró este domingo sus primarias internas, donde Imamoglu era el favorito para convertirse en candidato presidencial en las elecciones de 2028. Según datos de la municipalidad de Estambul, 15 millones de personas participaron en la votación, de las cuales 13 millones no eran militantes del CHP.
«Ekrem Imamoglu va camino a la cárcel, pero también a la presidencia«, declaró Özgur Özel, líder del CHP, en un claro desafío al gobierno de Erdogan.
En un intento por controlar la difusión de las protestas, el gobierno turco solicitó a la red social X (antes Twitter) el bloqueo de más de 700 cuentas, incluyendo medios de comunicación, periodistas y figuras políticas.
«Esta decisión del gobierno turco no solo es ilegal, sino que impide el acceso de millones de usuarios turcos a la información y al debate político», denunció X en un comunicado.
Hasta el momento, cientos de manifestantes han sido detenidos en al menos nueve ciudades, mientras Erdogan advierte que «no cederá al terror de la calle».
Imamoglu, considerado la «bestia negra» de Erdogan desde que en 2019 arrebató la alcaldía de Estambul al partido gobernante tras 25 años de dominio, se enfrenta ahora a su desafío político más grande, mientras Turquía se encuentra al borde de una crisis institucional.