La Unión Europea alcanzó un hito histórico en su transición energética: por primera vez, la energía solar superó al carbón en la generación de electricidad, consolidando a las energías renovables como la fuente principal de electricidad del bloque en 2024.

Según el informe «European Electricity Review» del grupo de reflexión sobre energía Ember, las renovables representaron el 47% de la producción eléctrica total de la UE, impulsadas por el crecimiento acelerado de la energía solar y la recuperación de la energía hidráulica. Mientras tanto, los combustibles fósiles cayeron a su nivel más bajo de producción, representando solo el 29% del mix energético, frente al 39% en 2019.

Un avance significativo hacia el Pacto Verde Europeo

Chris Rosslowe, autor principal del informe, destacó el impacto transformador de las políticas verdes en los últimos años. “En 2019, pocos imaginaban que la UE llegaría tan lejos en su transición energética: la energía eólica y solar están relegando al carbón a los márgenes y empujando al gas hacia un declive estructural”, señaló.

Desde 2019, el crecimiento de la energía solar permitió ahorrar más de 59.000 millones de euros en importaciones de combustibles fósiles, y las emisiones del sector eléctrico se redujeron a la mitad de los niveles registrados en 2007.

Precios negativos y almacenamiento: retos para el futuro

A pesar de los avances, el informe señala la necesidad de abordar desafíos importantes, como la flexibilidad del sistema eléctrico y la expansión del almacenamiento energético. En 2024, la sobreabundancia de energía solar generó precios negativos en el mercado eléctrico durante el 4% de las horas, el doble que en 2023. Esto subraya la necesidad de un sistema más ágil para aprovechar al máximo la producción renovable.

El almacenamiento energético ha mostrado avances significativos, con una capacidad instalada de 16 GW en 2023, frente a 8 GW en 2022. Sin embargo, estas instalaciones están concentradas principalmente en Alemania e Italia, que representan el 70% de la capacidad total.

Walburga Hemetsberger, directora general de SolarPower Europe, enfatizó la importancia de soluciones innovadoras como el almacenamiento, la electrificación inteligente y la adaptación de la demanda a los períodos de mayor producción renovable.

El camino hacia el 2030

Aunque el informe celebra el progreso, advierte que el ritmo de expansión debe acelerarse. Para 2030, el sector eólico deberá duplicar su capacidad actual, y será clave integrar tecnologías de almacenamiento y flexibilización.

“La competitividad de la UE depende directamente del despliegue rápido de energías limpias y soluciones de flexibilidad”, afirmó Jacopo Tosoni, de la Asociación Europea para el Almacenamiento de Energía (EASE).

Con este avance, la UE reafirma su liderazgo en la transición hacia un futuro energético más sostenible, demostrando que un sistema eléctrico basado en renovables no solo es posible, sino también económicamente viable.

Por redaccion

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