Sudáfrica
Por AFP
Las autoridades sudafricanas informaron que al menos 36 personas han fallecido y más de 20 mineros clandestinos han sido rescatados de una mina de oro abandonada cerca de Stilfontein, a unos 150 kilómetros al suroeste de Johannesburgo. Las operaciones de rescate, que comenzaron el lunes, continúan con el objetivo de recuperar a más personas atrapadas en el pozo aurífero, que tiene una profundidad de casi dos kilómetros.
Una empresa de rescate minero ha desplegado una gran jaula para facilitar el rescate de los mineros. La operación se espera que dure diez días. Aunque se desconoce el número exacto de personas que aún permanecen en la mina, la policía estima que podrían ser varios centenares.
Cuerpos recuperados y mineros rescatados
Hasta ahora, se han recuperado nueve cadáveres el lunes y otros 27 fueron «declarados muertos» el martes, según un comunicado de la policía. Varias decenas de mineros lograron salir del pozo, aunque muchos están en estado crítico, debilitados por la falta de alimentos y agua.
Johannes Qankase, jefe de la comunidad, informó que 26 personas han sido rescatadas. «Los supervivientes están muy enfermos y deshidratados, están casi moribundos», afirmó.
Contexto de la mina clandestina
El acceso a la mina ha estado acordonado por la policía durante meses como parte de un operativo para arrestar a mineros clandestinos, conocidos localmente como «zama zamas» (los que intentan, en zulú). Estos mineros, en su mayoría inmigrantes de otros países, trabajan en condiciones peligrosas sin permisos legales, lo que genera tensiones con las empresas mineras y las comunidades locales.
Desde noviembre, las autoridades han reducido los suministros de alimentos y agua a la mina, una medida criticada por la comunidad local, que depende de la economía informal relacionada con la mina. El gobierno informó que más de 1,000 personas implicadas en actividades mineras ilegales han sido detenidas en la zona.
Aunque se reportó que había hasta 4,000 personas bajo tierra a mediados de noviembre, la policía estima que la cifra real es de varios cientos. En diciembre, se extrajeron seis cuerpos del pozo 11, pero se teme que aún haya más personas atrapadas bajo tierra.