Puerto Príncipe, Haití
El Gobierno haitiano ha puesto en marcha un plan de acción “decisivo” para enfrentar la inseguridad provocada por las bandas armadas, responsables de múltiples masacres que han cobrado al menos 200 vidas desde el pasado fin de semana. La decisión se tomó el miércoles durante una “reunión estratégica” del Consejo Superior de la Policía Nacional (CSPN), presidida por el primer ministro Alix Didier Fils-Aimé.
Este plan tiene como objetivos principales erradicar el bandidaje y la delincuencia, restablecer la paz y garantizar la libre circulación de personas y mercancías en las zonas más afectadas, como la región metropolitana de Puerto Príncipe.
La situación se ha agravado con recientes ataques brutales. En el departamento de Artibonite, una banda asesinó a 20 personas mientras dormían entre la noche del martes y la madrugada del miércoles. Además, la semana pasada, unas 180 personas —en su mayoría ancianos— fueron masacradas en el barrio de Cité Soleil por órdenes del pandillero Micanor Altes, alias Wa Mikano, quien acusó a las víctimas de brujería tras la enfermedad de su hijo.
“El restablecimiento del orden y la seguridad sigue siendo una prioridad absoluta para el Gobierno”, indica el comunicado oficial. Fils-Aimé reafirmó su “firme compromiso” de poner fin a la crisis de seguridad: “La paz y la estabilidad no son opciones; son imperativos. Mi Gobierno tomará todas las medidas necesarias, con carácter de urgencia, para restablecer el orden”.
El Gobierno hizo un llamado a la unidad nacional y aseguró que informará al pueblo haitiano sobre los avances de estas acciones. Mientras tanto, la inseguridad sigue siendo una de las principales preocupaciones de la administración de Fils-Aimé y de una nación que clama por estabilidad y seguridad.