Nueva York, Estados Unidos
Las autoridades de Nueva York han anunciado el cierre temporal de un tramo del Acueducto Delaware, una parte fundamental del sistema que suministra casi la mitad del agua potable de la ciudad, para abordar fugas masivas bajo el río Hudson. Este cierre forma parte de un proyecto de 2,000 millones de dólares que ha estado en proceso durante años.
El Acueducto Delaware, el túnel más largo del mundo con 137 kilómetros (85 millas) de longitud, transporta agua desde cuatro embalses en la región de Catskill hasta otros embalses en los suburbios de Nueva York. En operación desde 1944, suministra alrededor de la mitad de los 4,200 millones de litros de agua que consumen diariamente los más de 8 millones de residentes de la ciudad. Sin embargo, se estima que se pierden hasta 132 millones de litros (35 millones de galones) diarios debido a fugas en una sección ubicada debajo del río Hudson.
El cierre, que comenzará esta semana y se prolongará por hasta ocho meses, permitirá conectar un túnel de derivación paralelo que fue construido para evitar el corte del suministro. Durante este período, más de 64 kilómetros (40 millas) del acueducto estarán fuera de servicio, aunque otras partes del sistema continuarán en operación. Las autoridades aseguran que el flujo de agua no se interrumpirá, pero los residentes podrían notar un cambio en el sabor del agua, ya que será suministrada desde otras fuentes.
Además del túnel de derivación, se planea reparar otras fugas más al norte del acueducto en los próximos meses.
Paul Rush, comisionado adjunto del Departamento de Protección Ambiental de la ciudad, afirmó que «el agua siempre estará ahí» para los consumidores, aunque se cambiará la mezcla de agua que reciben.