Beirut, Líbano
El 28 de septiembre de 2024, Israel lanzó una serie de bombardeos sobre el sur de Beirut, apuntando al cuartel general de Hezbolá, con el objetivo de asesinar a su líder, Hasán Nasralá. Los ataques, que comenzaron en la madrugada, se concentraron en depósitos de armas ocultos bajo edificios civiles, lo que provocó la evacuación masiva de la población.
El Ministerio de Salud del Líbano informó que los bombardeos dejaron al menos seis muertos y 91 heridos, mientras los socorristas continúan buscando sobrevivientes bajo los escombros. Los ataques se extendieron también a la ciudad de Tiro, donde Israel aseguró haber eliminado a varios comandantes de Hezbolá, incluyendo el líder de la unidad de misiles.
Estos enfrentamientos surgen en el contexto de una creciente tensión en la región, tras la intensificación de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza. El conflicto amenaza con desestabilizar aún más la región, a medida que las hostilidades entre Israel y Hezbolá aumentan, dejando miles de desplazados y elevando el número de víctimas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió continuar los bombardeos hasta cumplir todos los objetivos. Sin embargo, el líder de Hezbolá, Nasralá, permanece ileso según fuentes cercanas al grupo.