Naciones Unidas, Nueva York, EE.UU
Una veintena de líderes mundiales, liderados por Brasil y España, se reunieron este martes en la sede de la ONU para hacer frente a los extremismos y la desinformación en las redes sociales, factores que ponen en peligro las democracias actuales. Durante el Foro para la Defensa de la Democracia, el primer ministro de Timor Oriental, Xanana Gusmao, destacó que temas como inmigración, derechos de las mujeres, diversidad, cambio climático y la fiabilidad de las elecciones son las principales víctimas de lo que llamó una «internacional extremista».
La iniciativa fue convocada por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y contó con la participación de líderes y cancilleres de más de veinte países, incluidos Francia, Chile, Cabo Verde, Canadá, México y Colombia, además de representantes de Noruega, Estados Unidos, Kenia y la ONU.
Lula abogó por una regulación de las redes sociales, que según él, «monetizan los discursos de odio». Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, enfatizó la necesidad de desarrollar «nuevos anticuerpos» para combatir el extremismo y pidió la creación de un «orden público democrático digital» ante el auge de la desinformación en internet.
El presidente Pedro Sánchez señaló que los países participantes enfrentan «los mismos males y riesgos» y destacó la importancia de un esfuerzo conjunto para contrarrestar la «máquina de fango» de la desinformación.
Además de la amenaza de las redes sociales, el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió sobre el impacto futuro de la inteligencia artificial (IA), que «cambiará virtualmente todo lo que conocemos», y alertó sobre el riesgo de divisiones globales si no se gestiona adecuadamente.
El foro concluyó con la propuesta del presidente chileno Gabriel Boric de celebrar el próximo encuentro en Santiago, Chile, para continuar las discusiones sobre cómo contrarrestar la desinformación y los discursos extremistas.