Jerusalén

Decenas de aviones de la Fuerza Aérea israelí continúan bombardeando «objetivos terroristas y lanzacohetes» de Hizbulá en el sur del Líbano, en medio de un fuego cruzado que también involucra a la milicia chií, aunque sin desatarse aún una guerra abierta entre ambas partes.

«En la última hora, hemos atacado extensamente en el sur del Líbano tras detectar que Hizbulá se preparaba para disparar hacia el territorio israelí», informó el portavoz militar israelí, Daniel Hagari, el sábado por la noche.

Ante la creciente inseguridad, el Ejército israelí impuso nuevas restricciones a la población civil en el norte del país. En localidades como Haifa, Galilea y los Altos del Golán ocupados, se han prohibido reuniones de más de 30 personas al aire libre y de más de 300 en espacios cerrados. Además, toda actividad educativa debe contar con acceso a refugios antiaéreos.

Se prevé que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, celebre consultas de seguridad con altos funcionarios y ministros en Tel Aviv para evaluar la situación.

Intensos bombardeos y ataques de Hizbulá

Antes de esta nueva oleada de ataques, el Ejército israelí había bombardeado «miles de cañones lanzacohetes listos para su uso inmediato» en el Líbano, destruyendo cerca de 180 «objetivos», entre ellos milicianos y estructuras de Hizbulá.

Por su parte, la milicia chií lanzó al menos nueve ataques contra el norte de Israel, dirigidos a puestos militares y bases, según comunicados del grupo. Israel detectó el lanzamiento de unos 90 cohetes, que provocaron incendios cerca de la frontera y en Kadita, donde una vivienda resultó afectada.

Una cadena de mando debilitada

Aunque el fuego cruzado ha aumentado, no parece que Hizbulá esté dispuesto a iniciar una guerra total con Israel. No obstante, las tres jornadas de ataques han dejado al menos 37 muertos y 3,000 heridos en el Líbano, según fuentes locales. El Ejército israelí aseguró que la cadena de mando de Hizbulá ha sido «casi desmantelada», destacando la muerte de varios altos comandantes de la milicia proiraní.

Israel ha reiterado que sus ataques contra Hizbulá continuarán hasta cumplir sus objetivos, que incluyen el regreso de los 97 rehenes en Gaza y la derrota de Hamás. Netanyahu afirmó: «Nuestros objetivos son claros y nuestras acciones hablan por sí solas».

Según analistas, el futuro del conflicto dependerá de si Hizbulá opta por una solución diplomática o si Irán decide «arriesgarlo todo», lo que podría escalar el conflicto a niveles más peligrosos.

Por redaccion

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