Caracas, Venezuela
Un mes después de las controvertidas elecciones presidenciales en Venezuela, que dieron la victoria a Nicolás Maduro, el país sigue sumido en la tensión política. Cientos de opositores tomaron las calles el miércoles para protestar contra el mandatario, mientras Maduro celebraba su reelección entre denuncias de fraude.
María Corina Machado, una de las principales figuras de la oposición, lideró la manifestación en Caracas. Vestida con un suéter negro para evitar ser reconocida, Machado subió a un camión que sirvió de tarima y, tras su discurso, escapó en una moto. «¡Valiente, valiente!» y «¡Libertad, libertad!» coreaban sus seguidores.
En su discurso, Machado destacó la resistencia de la oposición y su estrategia para enfrentar al régimen. «Esta protesta es indetenible», afirmó, instando a sus seguidores a no ceder en su lucha. Por su parte, Edmundo González Urrutia, el candidato opositor que según la oposición ganó las elecciones, no se presentó y permanece en la clandestinidad desde el 30 de julio.
Mientras tanto, Maduro, rodeado de sus seguidores en el palacio presidencial de Miraflores, celebró lo que describió como una victoria del pueblo venezolano sobre las «corrientes fascistas». Durante su discurso, Maduro se burló de González, sugiriendo que estaba «preparando su fuga».
La situación en Venezuela sigue siendo tensa, con más de 27 muertos, casi 200 heridos y más de 2,400 detenidos durante las protestas poselectorales. Aunque todavía no se han emitido órdenes de captura contra Machado o González, la fiscalía ha abierto una investigación penal contra ambos, y Maduro ha pedido públicamente que se les encarcele.
A nivel internacional, el resultado electoral ha sido rechazado por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de América Latina, que cuestionan la transparencia del proceso. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, reunida en Washington, denunció la «represión violenta, las detenciones arbitrarias y la persecución política» en Venezuela.
La tensión aumentó aún más tras la designación de Diosdado Cabello, considerado el número dos del chavismo y de línea dura, como ministro del Interior, responsable de la policía y el orden público. Los opositores temen que esto signifique una intensificación de la represión.
La oposición también denunció la detención de Biagio Pilieri, exdiputado que compartió tarima con Machado, y de su hijo, horas después del arresto de Perkins Rocha, abogado de la dirigente. Con estas detenciones, ya son más de 100 activistas arrestados durante el ciclo electoral.