Santo Domingo, RD.- La situación de déficit financiero y pérdidas en el sector eléctrico continúa empeorando de manera sostenida, sin que se implementen medidas efectivas para frenarla. En menos de cuatro años, han pasado cuatro presidentes por el Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (EDES) y cuatro administradores por Edeeste, sin que se observen mejoras ni esperanzas a corto o mediano plazo.
A pesar de las promesas hechas desde la oposición, las autoridades del sector eléctrico parecen atrapadas sin solución a la vista. La gestión del sector eléctrico se caracteriza por la incoherencia y la improvisación, con cerca de 5 mil millones de dólares gastados en gastos corrientes, mientras que la inversión en programas y proyectos de reducción de pérdidas ha estado por debajo de los 175 millones de dólares.
El panorama es desalentador, y se anticipa que el subsidio al sector eléctrico para el 2024 superará con creces el del 2023, a pesar de la disminución significativa de los precios del gas natural, carbón mineral y Búnker C, que representan el 85% de los combustibles utilizados para generar energía.
El déficit financiero del sector eléctrico sigue aumentando de manera sostenida, independientemente de la variación en los precios de los combustibles de generación. Si suben los precios, sube el déficit; si bajan, el déficit también aumenta.
El último reporte del Ministerio de Energía y Minas indica que, para el trimestre de enero a abril de 2024, las pérdidas totales ascendieron a 41.6%, mientras que la cobranza fue de solo el 94.5% de lo facturado. En lugar de mejorar, las distribuidoras han empeorado su desempeño, con pérdidas que han aumentado del 37.6% en 2020 al 41.6% en 2024.