Santo Domingo, RD
Este domingo 26 de mayo se celebra el Día de las Madres en la República Dominicana, una festividad que lleva a muchos ciudadanos a reflexionar sobre el papel fundamental de sus madres en sus vidas. Mientras algunos se preparan con regalos materiales, hay quienes valoran profundamente el sacrificio y amor incondicional de una madre, llegando a expresar sentimientos conmovedores sobre lo que estarían dispuestos a dar por ellas.
En un establecimiento comercial, un señor procedente de Nagua, provincia María Trinidad Sánchez, compartió un momento de profunda emoción al ser entrevistado. Al preguntarle sobre cómo celebraría el Día de las Madres, inicialmente evitó la pregunta para no ponerse nostálgico recordando a su madre fallecida.
Su acompañante, Alexander Figueroa, intervino rápidamente destacando que no existe un regalo que pueda compensar el valor de una madre. «Aunque la cosa no esté buena (económicamente), las madres merecen un esfuerzo extra porque es un día que no se puede echar a un lado por nada», expresó.
El ciudadano, evidentemente afectado, interrumpió para declarar con firmeza: “A mi querida madre que en paz descanse le regalaría mi vida si con eso la consigo para atrás. Yo la doy por ella. Tengo mi esposa a quien le voy a regalar, aunque no tiene precio lo que pudiera darle”. Estas palabras reflejaron el profundo amor y la devoción que siente hacia su madre, cuyo fallecimiento aún lo afecta.
Con la voz quebrantada y asintiendo con la cabeza, concluyó su declaración sin entrar en más detalles sobre la pérdida de su madre, dejando claro que ningún objeto material podría llenar el vacío dejado por su ausencia.
Alexander, su acompañante, reiteró la importancia de hacer un esfuerzo extra para celebrar a las madres, a pesar de las dificultades económicas que muchos enfrentan. «Es un día especial y nos estamos preparando económicamente para hacerle su regalo», afirmó.
Este testimonio destaca la profundidad del amor filial y la importancia de honrar a las madres no solo con regalos materiales, sino con gestos y palabras que reflejen el agradecimiento y el cariño que merecen.