WASHINGTON, EEUU.
El presidente de Kenia, William Ruto, se comprometió a desplegar una misión de tropas kenianas en Haití con el objetivo de eliminar las pandillas criminales que están causando estragos en el país más pobre de América, el cual enfrenta una profunda crisis política, social y económica.
Junto al presidente estadounidense, Joe Biden, quien ha ofrecido apoyo financiero y logístico para esta misión, Ruto enfatizó que la fuerza keniana buscará «asegurar ese país y acabar con las pandillas y los criminales que han causado sufrimientos indecibles».
El anuncio se realizó durante una visita de Estado a Washington, donde Biden recibió a Ruto con todos los honores, destacando a Kenia como un aliado clave en África. En una conferencia de prensa conjunta en la Casa Blanca, Ruto subrayó que la misión keniana actuará «con firmeza y decisión, dentro de los parámetros de la ley».
Interrogado sobre la capacidad de la misión para enfrentar a las pandillas en Haití, Biden respondió afirmativamente: «Sí, son capaces de lidiar con ella». El presidente estadounidense también explicó que, aunque su gobierno busca contribuir significativamente, no pretende que Estados Unidos dirija directamente la misión, en vista de su historial de intervenciones en Haití.
La misión internacional, respaldada por la ONU y dirigida por Kenia, fue aprobada en octubre por el Consejo de Seguridad de la ONU, aunque su despliegue se ha retrasado debido a la inestabilidad en Haití y a recursos legales presentados en Kenia contra la operación. Según Korir Sing’oei, secretario principal en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Kenia, el despliegue comenzará «en los próximos días, las próximas semanas».
Además de abordar la situación en Haití, Biden anunció su intención de designar a Kenia como un importante aliado no perteneciente a la OTAN en África subsahariana, lo que conferiría privilegios militares y diplomáticos a Kenia, convirtiéndolo en el primer país subsahariano en recibir esta designación.
Ruto es el primer líder africano desde 2008 en ser honrado con una visita de Estado a Washington, un reconocimiento que subraya la importancia de Kenia como símbolo de democracia y dinamismo económico en África, frente a las crecientes influencias de China y Rusia en el continente.