Artes y Espectáculos

Aquiles Correa, conocido actor, humorista e influencer dominicano, vivió una juventud marcada por un gran sueño: llegar a Nueva York. Sin embargo, este anhelo se vio truncado por la negativa de su padre, Rafael Correa, de llevarlo consigo a Estados Unidos. Aunque Aquiles no fue un niño pobre, su deseo de emigrar a la Gran Manzana era compartido por muchos dominicanos que buscaban oportunidades económicas fuera del país.

La relación entre Aquiles y su padre se vio afectada profundamente por esta negativa, generando una herida emocional que tardó años en sanar. A pesar de este obstáculo, Aquiles encontró éxito en la República Dominicana, destacándose como actor y humorista, y construyendo una vida próspera para él y su familia.

A lo largo de los años, Aquiles intentó varias veces viajar a Nueva York por cuenta propia, incluso llegando a comprar pasaportes y visas falsas, pero sus intentos fueron infructuosos. Estas experiencias, junto con la depresión que enfrentó debido a la sensación de abandono, moldearon su perspectiva sobre su vida y sus prioridades.

Finalmente, en 2002, Aquiles tuvo la oportunidad de visitar Nueva York por primera vez como parte de una gira con un programa radial. Aunque su sueño se hizo realidad, su visión de la ciudad fue diferente a lo que había imaginado, lo que le hizo reflexionar sobre las decisiones de su padre y el destino que pudo haber tenido de haber emigrado en su adolescencia.

A pesar de los desafíos y las adversidades, Aquiles Correa logró forjarse una exitosa carrera en la República Dominicana, convirtiéndose en un referente del entretenimiento y los negocios en su país. Su historia es un testimonio de perseverancia, resiliencia y éxito, y demuestra que a veces, los obstáculos más grandes pueden conducir a los mayores logros.

Por redaccion

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