GINEBRA, Suiza
La situación en Haití ha llevado a la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) a pedir que los haitianos sean reconocidos como refugiados y no sean devueltos a su país, donde las bandas criminales están sembrando el terror. La ACNUR actualizó sus directrices para garantizar la protección de los haitianos más vulnerables ante la creciente violencia y las violaciones de los derechos humanos.
Elizabeth Tan, jefe de la división de protección internacional de ACNUR, destacó que la vida, seguridad y libertad de los haitianos están amenazadas por la confluencia de la violencia de las bandas y las violaciones de derechos humanos.
La oleada de violencia en Haití ha provocado preocupaciones sobre un éxodo masivo, especialmente en la capital, Puerto Príncipe. La ACNUR insta a los países a garantizar la protección internacional a los haitianos y a no forzar el retorno a Haití, incluso para aquellos que hayan solicitado asilo y les haya sido negado.
Se resalta que diversos grupos de haitianos podrían beneficiarse de la Convención sobre los Refugiados de 1951, incluyendo militantes políticos, periodistas, jueces, abogados y otras personas que enfrentan amenazas debido a su labor contra la corrupción y la criminalidad. Además, se hace referencia a la Declaración de Cartagena de 1984, que amplía la protección a aquellos afectados por circunstancias que perturban gravemente el orden público y la violencia generalizada en áreas afectadas por actividades de bandas.
La ACNUR advierte sobre la peligrosidad de los viajes emprendidos por los haitianos, incluso en condiciones peligrosas por mar, debido a la situación en su país.
En paralelo, las negociaciones para formar autoridades de transición avanzan en Haití, con Estados Unidos realizando evacuaciones de ciudadanos estadounidenses debido a la inseguridad generada por las pandillas. Las nuevas autoridades, que estarán compuestas por representantes políticos y de la sociedad civil, deberán enfrentar el desafío de restaurar la seguridad y la estabilidad en el país, que ha estado sumido en la crisis desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021.