Moscú, Rusia
Las oficinas de votación abrieron en el Extremo Oriente ruso marcando el inicio de las elecciones presidenciales que durarán tres días, donde Vladimir Putin, en el poder desde hace 24 años, busca un nuevo mandato.
Los comicios comenzaron en la península de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia, y concluirán el domingo en Kaliningrado, un enclave ruso en medio de países de la Unión Europea.
La votación se llevará a cabo durante tres días, incluso en territorios ocupados por Rusia en Ucrania o en Transnistria, un territorio separatista pro-ruso de Moldavia.
Putin instó a sus compatriotas a expresar una posición «patriótica» en las elecciones, que no cuentan con otros políticos de peso como candidatos.
El presidente, en el poder desde el año 2000, se enfrenta a tres candidatos que no se oponen a la ofensiva militar en Ucrania ni a la represión política.
El único opositor real que intentó presentarse, Boris Nadezhdin, fue bloqueado por la comisión electoral, y la viuda de Alexéi Navalni, Yulia Navalnaya, ha instado a los rusos a votar por cualquier candidato excepto Putin.
Sin embargo, se espera que Putin sea reelegido, lo que le permitiría permanecer en el poder hasta 2030 y, tras una reforma constitucional, volver a presentarse para seguir al frente del país hasta 2036.
La fiscalía de Moscú ha advertido que no tolerará acciones de protesta durante la votación, y en los territorios ucranianos anexionados por Rusia ya se está llevando a cabo un voto anticipado desde finales de febrero.
El conflicto entre Rusia y Ucrania continúa, con nuevas incursiones terrestres desde Ucrania y ataques con drones que han dejado víctimas en Rusia. Putin ha presentado este conflicto como una guerra contra las potencias occidentales, afirmando que Rusia se juega su supervivencia.
A pesar de las sanciones internacionales y la presión de Occidente, Putin se presenta como el líder que defiende los intereses de Rusia en un escenario geopolítico complejo.