El Día Internacional de los Derechos de la Mujer, celebrado este viernes 8 de marzo, tiene sus raíces en numerosos movimientos de lucha por la igualdad de género desde principios del siglo XX. En 1909, en Estados Unidos, se estableció el «Día Nacional de la Mujer» el último domingo de febrero, como una iniciativa para promover la igualdad de género. Esta idea fue liderada por Theresa Serber Malkiel, una trabajadora socialista judía estadounidense.
En 1910, en Copenhague (Dinamarca), Clara Zetkin, una periodista feminista alemana, propuso la creación de un «Día Internacional de la Mujer» durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas. Zetkin, junto con Alexandra Kollontai de Rusia, abogó por esta iniciativa siguiendo el modelo del «Día Nacional de la Mujer» en Estados Unidos.
El 8 de marzo se ha asociado especialmente con los movimientos socialista y comunista. En 1917, durante la Revolución Rusa, las mujeres rusas protestaron por «pan y paz», lo que llevó a una serie de cambios importantes en el país. Desde entonces, el 8 de marzo se celebró oficialmente en la Unión Soviética y se convirtió en una fecha emblemática para los movimientos de mujeres en todo el mundo.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la celebración del 8 de marzo se extendió a más países, y en 1977, las Naciones Unidas declararon oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de los Derechos de la Mujer. Cada año, la ONU elige un tema específico para la celebración, con el objetivo de destacar los desafíos y logros en la lucha por la igualdad de género.
En Francia, el reconocimiento oficial del 8 de marzo como el Día de los Derechos de la Mujer ocurrió en 1982, bajo el gobierno de François Mitterrand. Desde entonces, se ha convertido en una fecha importante para conmemorar la lucha por los derechos de las mujeres en el país. En 2024, Francia tomó una medida histórica al consagrar el derecho al aborto en su Constitución, marcando otro hito en la lucha por la igualdad de género.