Georgetown, Guyana
La cumbre de la Comunidad del Caribe (CARICOM) en Guyana se centró en abordar la persistente violencia de pandillas en Haití. Durante esta reunión, el ministro de Asuntos Exteriores de Bahamas, Fred Mitchell, destacó que la permanencia de Ariel Henry como primer ministro de Haití sigue siendo un obstáculo importante para el progreso del país. Mitchell señaló que sectores de la oposición y otros grupos en Haití se oponen a la continuidad de Henry en el cargo, lo que plantea interrogantes sobre la estabilidad política y el funcionamiento del país en caso de su renuncia o destitución.
Henry respondió a las críticas afirmando que los llamados para que abandone el cargo equivalen a un intento de toma de poder, y subrayó la importancia de trabajar juntos para abordar los desafíos que enfrenta Haití.
La reunión en Guyana precedió al inicio de la cumbre de cuatro días de CARICOM, donde se esperaba la participación de importantes funcionarios internacionales, incluyendo a la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, y el subsecretario de Estado de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols.
La agenda de la cumbre CARICOM giró en torno a Haití, siendo este el principal tema de discusión. Los líderes caribeños también estaban programados para reunirse con Thomas-Greenfield para discutir posibles medidas de apoyo internacional, incluido el despliegue de una fuerza policial keniana respaldada por la ONU para abordar la violencia de pandillas en Haití.
Se informó que países como Jamaica, Bahamas, Belice, Burundi, Chad y Senegal expresaron su intención de enviar fuerzas para apoyar este esfuerzo. A pesar de los desafíos políticos y legales que enfrenta el despliegue de esta misión, la comunidad internacional ha prometido un apoyo financiero significativo para ayudar a abordar la crisis en Haití, con Estados Unidos comprometiéndose a proporcionar $200 millones adicionales.
En resumen, la cumbre CARICOM en Guyana se centró en discutir soluciones para la crisis en Haití, incluido el apoyo internacional para abordar la violencia de pandillas y promover una transición hacia la estabilidad política y el orden democrático en el país caribeño.