MADRID, ESPAÑA
La embajada de Israel en Madrid emitió un comunicado en el que instó al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, a denunciar y condenar las declaraciones de algunos miembros del gobierno español, calificándolas como inmorales y peligrosas para la comunidad judía en España.
En respuesta, el gobierno español rechazó las acusaciones de la embajada israelí y afirmó que en una democracia plena como España, cualquier responsable político puede expresar libremente sus opiniones como representante de un partido político.
Además de la confrontación en España, el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Álvaro Leyva, instó al embajador de Israel en Colombia, Gali Dagan, a «pedir excusas e irse» en medio de un tenso intercambio con la diplomacia israelí. Esto ocurrió después de que Israel anunciara la suspensión de las «exportaciones de seguridad» a Colombia debido a declaraciones «antisemitas» del presidente colombiano Gustavo Petro, quien ha sido crítico con la respuesta de Israel a los ataques de Hamás.
La situación ha generado tensión en las relaciones diplomáticas entre Israel y España, así como entre Israel y Colombia, especialmente debido a la importancia de Israel como proveedor de armamento para el ejército colombiano. La posición de Colombia en este conflicto ha sido criticada por alejarse de la postura tradicional de buscar el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario y la protección de la población civil en ambos lados del conflicto.