Jerusalén

El primer ministro ultranacionalista, Benjamin Netanyahu, junto con el dirigente opositor israelí, han anunciado la formación de un «gobierno de emergencia» en respuesta a la guerra con Hamás que ha sacudido a la región. La decisión de establecer este gobierno se tomó durante una reunión entre Netanyahu y el centrista exministro de Defensa Benny Gantz.

El gobierno de coalición de Netanyahu, considerado el más derechista en la historia de Israel, controla 64 de los 120 escaños del Parlamento. Con la incorporación del Partido de Unidad Nacional de Gantz, el gobierno contará con 76 escaños.

Aunque el principal líder opositor, Yair Lapid, no forma parte de esta alianza, el comunicado mencionó que tiene un puesto «reservado» en el gabinete de guerra.

Este anuncio se produce tras cinco días de ofensiva lanzada por Hamás desde la Franja de Gaza, que ha sido gobernada por el movimiento islamista palestino desde 2007. La ofensiva ha resultado en un gran número de bajas y ha llevado a Israel a movilizar a sus reservistas y desplegar a miles de soldados en torno al enclave de Gaza y en la frontera con Líbano, donde se han cruzado fuego con el movimiento proiraní Hezbolá, aliado de Hamás.

Hasta ahora, los enfrentamientos han dejado un alto número de víctimas, tanto en el lado israelí como en Gaza, con un gran número de personas heridas y daños materiales significativos. Israel ha intensificado sus ataques aéreos en Gaza y ha mantenido el enclave bajo asedio, cortando el suministro de agua, electricidad y comida a más de 2.3 millones de palestinos que residen en la zona.

Netanyahu ha prometido «erradicar» a Hamás y ha catalogado la ofensiva como una «salvajada que no se veía desde el Holocausto». Mientras tanto, Hamás ha amenazado con ejecutar a los rehenes si continúan los bombardeos en Gaza sin previo aviso.

La situación ha generado una condena internacional y temores de una escalada en la región. Estados Unidos ha ordenado el acercamiento de navíos y aviones de combate a Israel y ha proporcionado más ayuda militar. El presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha calificado el ataque de Hamás como un «acto de guerra», y el Papa Francisco ha expresado su preocupación por el asedio en Gaza y ha pedido la liberación «inmediata» de los rehenes. Múltiples países han instado a un cese al fuego y a la apertura de negociaciones entre Israel y los palestinos para poner fin al conflicto.

Por redaccion

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