Dajabón, RD
En la zona fronteriza entre República Dominicana y Haití, se ha intensificado la presencia de personal armado en las cercanías de la construcción de un canal que trasvasará agua del río Masacre hacia territorio haitiano. Este proyecto ha generado tensión entre ambos países y ha llevado a un aumento de la seguridad en la zona.
Del lado dominicano, soldados adscritos al Ejército y al Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) están vigilando atentamente la situación. Mientras tanto, miembros de la Brigada de Vigilancia de Áreas Protegidas (BSAP) brindan protección a la obra en el lado haitiano. La presencia de fuerzas armadas de ambos países se ha intensificado debido al temor de que cualquier incidente pueda desencadenar un conflicto armado en la zona.
La construcción del canal abarca una longitud de dos kilómetros a lo largo del río que ingresa a Juana Méndez y está en una etapa avanzada, centrada en la obra de toma, que luego desviará el curso del agua del río. Esta obra ha llevado al gobierno dominicano a cerrar temporalmente sus fronteras terrestres, marítimas y aéreas con Haití. Consideran que los haitianos han violado acuerdos y tratados existentes entre ambos países y que la obra podría causar daños a los agricultores y la biodiversidad de la Laguna Saladillo.
En respuesta a esta situación, el presidente Luis Abinader ha ordenado al Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) que continúe con los trabajos para limpiar y tomar agua del canal La Vigía, con el objetivo de garantizar el acceso al agua a los agricultores de la zona.
En un contexto relacionado, el arzobispo de Santo Domingo, Francisco Ozoria Acosta, ha hecho un llamado a la comunidad católica a orar por la liberación de los males que afectan la vida de los emigrantes y refugiados en todo el mundo. Señala que estas personas a menudo se ven obligadas a migrar debido a la pobreza y problemas económicos, y que es importante comprender las razones detrás de sus decisiones en lugar de estigmatizarlas. Además, menciona que muchos dominicanos han emigrado a países como Estados Unidos y enfrentan dificultades debido a su condición de indocumentados, al igual que otros migrantes de diversas nacionalidades que buscan mejores condiciones de vida en diferentes partes del mundo.