Puerto Príncipe, Haití
La Embajada de los Estados Unidos en Haití ha emitido una alerta de seguridad para su personal en el país debido a los disparos ocurridos en las inmediaciones de su sede diplomática. Conforme a la alerta, se ha confinado a todo el personal de la embajada dentro de los recintos diplomáticos hasta nuevo aviso.
En respuesta a esta situación, Estados Unidos ha instado a evitar el área, así como las manifestaciones y grandes concentraciones de personas. También ha aconsejado no intentar atravesar controles de carretera y dar la vuelta en caso de encontrar obstáculos en la vía, dirigiéndose hacia una zona segura.
Desde julio pasado, la embajada estadounidense en Haití ha emitido múltiples alertas de seguridad y ha reducido su personal diplomático debido a la violencia presente en el país.
En la primera alerta, el Gobierno de Estados Unidos urgió a sus ciudadanos a planear su salida de Haití a la mayor brevedad posible utilizando medios comerciales debido a la situación violenta que prevalece en el país.
Al día siguiente, Estados Unidos ordenó la partida de todos los familiares de funcionarios estadounidenses y empleados «no esenciales» en Haití como medida de precaución.
Adicionalmente, se exhortó a los ciudadanos estadounidenses a no viajar a Haití debido a la inseguridad. Se les aconsejó abandonar el país a través de medios comerciales u otras opciones de transporte privadas dadas las circunstancias de seguridad y los retos de infraestructura.
En el trasfondo, la embajada ha emitido alertas de seguridad en repetidas ocasiones por los disparos ocurridos en sus cercanías durante el año en curso.
Esta situación ha llevado a restricciones en los movimientos dentro de los recintos de la embajada debido a los disparos que continúan en la zona. En diversas ocasiones, grupos de personas han intentado buscar refugio en la embajada debido a la violencia ejercida por bandas armadas, siendo dispersados por la policía haitiana.
La profunda crisis en Haití es producto de la violencia generada por las bandas y los secuestros constantes que han cobrado la vida de numerosas personas. Las Naciones Unidas han estimado que las víctimas superan las 1,400 personas.
Esta situación ha forzado a casi 200,000 personas a desplazarse internamente en Haití, muchos de los cuales se encuentran en condiciones precarias en Puerto Príncipe. Las bandas controlan aproximadamente el 80% de este territorio, lo que ha provocado la huida de más de 3,120 personas, según el Departamento de Protección Civil de Haití.
La Organización Internacional para las Migraciones ha reportado condiciones insalubres en los campamentos temporales, lo que ha llevado a temores sobre la propagación de enfermedades en el país. A su vez, se ha planteado la necesidad de una fuerza multinacional que coopere con el Gobierno de Haití para abordar la crisis.
En respuesta a esta propuesta, Jimmy Chérizier, conocido como «Barbecue», ha advertido que luchará contra cualquier fuerza armada internacional que sea desplegada en Haití si comete abusos.