San Cristóbal, RD 

El Hospital Regional Docente Juan Pablo Pina, en la provincia de San Cristóbal, se convirtió en un escenario de angustia, dolor y desconcierto mientras familias afectadas por una explosión buscaban desesperadamente información sobre sus seres queridos. Más de 20 personas heridas estaban siendo atendidas en el hospital después del trágico incidente que dejó a la comunidad en shock.

El ambiente fuera del área de emergencias era desgarrador, lleno de gritos desesperados y lágrimas de aquellos afectados que aún no tenían noticias sobre el estado de salud de sus seres queridos. Judith Montero, madre de Sheiby Vizcaíno, estaba sentada en un banco, llorando y rogando por información sobre su hijo, quien había sido herido en la explosión mientras se trasladaba en una motocicleta.

La situación se tornó aún más trágica cuando una enfermera informó a los familiares de Vizcaíno que había fallecido. Los gritos de dolor y desesperación llenaron el aire mientras los familiares luchaban por aceptar la noticia devastadora.

La madre de Vizcaíno se desmayó y fue llevada de urgencia a la misma área de emergencia donde minutos antes había esperado con la esperanza de ver a su hijo con vida. La conmoción y la pena se extendieron entre las familias, y el hospital se llenó de llanto y lamento.

El hospital se convirtió en un lugar de búsqueda y espera, con muchos familiares ansiosos por obtener información sobre sus seres queridos. Algunos moradores se quejaron de que el personal del hospital no tenía información sobre sus familiares afectados por la explosión, lo que aumentó la incertidumbre y la angustia.

La situación llegó a tal punto que la Policía Nacional tuvo que acordonar la entrada del hospital y dispersar a las familias en medio de la tensión. Mientras ambulancias entraban y salían, llevando pacientes a otros hospitales y transportando tanques de oxígeno para los heridos, las afueras del hospital estaban llenas de preocupación y expectación.

A medida que las noticias se propagaban, decenas de curiosos se congregaron fuera del hospital, observando con tristeza y curiosidad, mientras las familias intentaban comprender lo que había sucedido. Hasta el momento, se habían registrado cuatro personas fallecidas, incluido un bebé de cuatro meses.

Dolores Meléndez, presidenta del Colegio Médico Dominicano en San Cristóbal, relató cómo vivió el momento de la explosión dentro del hospital. Inicialmente pensó que era un temblor, pero luego escuchó gritos de que algo estaba ardiendo. A pesar de la confusión, Meléndez mantuvo la calma mientras continuaba con su trabajo médico.

El incidente ha dejado una marca indeleble en la comunidad, con familias lidiando con la pérdida y la incertidumbre mientras las autoridades siguen investigando las causas de la explosión y los sobrevivientes comienzan a sanar física y emocionalmente.

Por redaccion

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