San Jose de Ocoa RD

En un trágico suceso ocurrido en Arroyo Cañas, municipio de Rancho Arriba, en la provincia de San José de Ocoa, cuatro hombres fueron encontrados sin vida en un solar baldío que, según informes, funcionaba como un matadero clandestino de reses. El hallazgo de los cuerpos se realizó alrededor de las 9:30 de la mañana, aunque algunos residentes de la zona aseguraron haber escuchado disparos alrededor de las 7:30 de la mañana.

El lugar de los hechos rápidamente se llenó de rumores sobre la posible causa de las muertes, y entre ellos circuló la versión de que el incidente estaba relacionado con el control de drogas en la zona. Fuentes de la Policía confirmaron que, de hecho, el hecho guarda relación con asuntos de narcotráfico.

Los cadáveres presentaban varios impactos de bala, lo que indica una ejecución violenta. Según el coronel Diego Pesqueira, vocero de la Policía, los hombres fueron atacados por un grupo que llegó al lugar y disparó contra ellos. Aunque aún no se ha revelado la identidad del responsable, se ha detenido al propietario del matadero clandestino y a varios ciudadanos haitianos para su investigación.

Las víctimas han sido identificadas por sus familiares y los médicos legistas del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif). Los nombres de tres de los fallecidos son Jeffry Concepción Paredes, de 34 años, quien trabajaba en construcción en la zona; Juan Manuel Mordán Villar, de 34 años, conocido como Alexis y dedicado a trabajos de peluquería; y Cesarín Liranzo, de 28 años, quien esperaba una cirugía para mejorar su movilidad.

Dos de los cuerpos fueron hallados, uno en una silla y otro en el césped cercano, aumentando el misterio y la angustia en la comunidad. La madre de Jeffry, Antigua Villar Paredes, reveló que su hijo había recibido amenazas de muerte semanas antes del trágico suceso.

Este incidente ha generado preocupación en la zona y ha avivado los recuerdos de un caso similar ocurrido en el pasado. El 4 de agosto de 2008, en Paya, Baní, siete colombianos vinculados al narcotráfico fueron raptados y ejecutados en una plantación cañera. El único sobreviviente de esa ocasión, el nicaragüense Orin Clinton Gómez, identificó a un ex mayor de la Policía y dos colombianos como los participantes en esa operación.

Las autoridades continúan trabajando en conjunto con el Ministerio Público para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia. La comunidad de San José de Ocoa espera respuestas y medidas que contribuyan a la tranquilidad y la seguridad en la zona.

Por redaccion

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