Santo Domingo RD/Lilís

Ulises Heureaux, más conocido como «Lilís», es recordado como uno de los presidentes que más estragos causó en República Dominicana durante su gobierno de 20 años bajo una dictadura marcada por la represión.

Aunque Lilís es considerado un visionario capitalista, su mandato enfrentó grandes problemas económicos que generaron descontento en la población. Para financiar sus proyectos, recurrió a la emisión de dinero sin respaldo, conocidas como «las papeletas de Lilís», con las cuales otorgaba préstamos sin valor real, perjudicando especialmente a comerciantes, grandes y pequeños burgueses, sobre todo en la región del Cibao.

El caudillo fue el primer dictador moderno en impulsar el capitalismo en República Dominicana, ya que el gobierno previo liderado por Gregorio Luperón no había logrado establecer un estado democrático con una economía capitalista.

Durante su régimen, los países europeos, especialmente Francia, lideraban la inversión en la isla. Sin embargo, Estados Unidos, con mayores inversiones en la industria azucarera, también tenía influencia en el país.

El capitalismo dependiente se fortaleció en República Dominicana debido a los empréstitos de Westendorp, que otorgaron control sobre las aduanas y los puertos principales del país. Esto significaba que gran parte de los beneficios obtenidos iban destinados al pago de la deuda externa, beneficiando principalmente a Lilís y a sus asociados burgueses.

El dictador dedicó parte del dinero recibido por los empréstitos a embellecer y mejorar infraestructuras como edificios públicos, puentes, caminos, ferrocarriles y alambrado eléctrico en la capital, transformando el aspecto de la ciudad y dándole un toque de estilo europeo.

Además, Lilís promovió un fuerte aparato militar con armas, guarniciones y barcos de guerra. Estableció un sistema de espionaje para controlar cualquier movimiento que representara peligro para su régimen, lo que llevó al asesinato y encarcelamiento de muchos de sus opositores.

Diversos intentos de insurrección contra Lilís fracasaron debido a la fuerza del ejército y los sistemas de espionaje implementados por el dictador. La única forma de derrocarlo fue mediante su asesinato.

Finalmente, el 26 de julio de 1899, Ramón «Mon» Cáceres lideró un grupo de jóvenes que acabaron con la era lilista al asesinar a Ulises Heureaux en Moca. A pesar de sus intentos por impulsar el capitalismo en el país, Lilís dejó un legado de represión y descontento económico que se recuerda hasta hoy en día.

Por redaccion

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *