España

En las elecciones generales celebradas este domingo en España, el país quedó en un estado de incertidumbre política, ya que ninguno de los dos bloques, tanto el de derechas como el de izquierdas, logró obtener la mayoría absoluta necesaria para formar gobierno. Los pactos y acuerdos entre partidos jugarán un papel fundamental en la configuración del futuro gobierno.

El Partido Popular (PP), liderado por Alberto Núñez Feijóo, fue el partido más votado, obteniendo 136 escaños en el Congreso, tras el recuento de más del 99% de los votos. Mientras tanto, los socialistas del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), encabezados por el actual presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, alcanzaron 122 escaños.

La formación de ultraderecha Vox, liderada por Santiago Abascal, experimentó una pérdida significativa al perder 19 escaños y quedarse con un total de 33 en el Congreso. Por otro lado, Sumar, la coalición de izquierdas encabezada por la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se situó como la cuarta fuerza política con 31 escaños, cuatro menos que los obtenidos por sus predecesores, Unidas Podemos, en las elecciones anteriores.

Estos resultados reflejan una situación de paridad en el Congreso, ya que ninguno de los dos bloques de izquierda y derecha alcanza la mayoría absoluta, que se fija en 176 escaños.

Además, las fuerzas independentistas catalanas también jugarán un papel relevante en la formación del Gobierno. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) sufrió una disminución significativa al pasar de 13 a 7 representantes, mientras que Junts per Catalunya perdió un escaño y se quedó con seis. Sin embargo, los independentistas vascos de EH-Bildu obtuvieron seis diputados, superando por primera vez al Partido Nacionalista Vasco (PNV), que consiguió cinco escaños.

La participación electoral fue del 70,18%, casi 4 puntos más alta que en las elecciones generales celebradas el 10 de noviembre de 2019, cuando fue del 66,23%. Este aumento se atribuye en gran medida al voto por correo de 2,4 millones de electores, una cifra histórica en la democracia española, impulsada por la convocatoria de elecciones durante el periodo vacacional.

El PP experimentó un ascenso notable al obtener 47 escaños más que en las elecciones de 2019, lo que confirma la tendencia al alza de los conservadores desde las elecciones municipales y regionales del pasado 28 de mayo. Por su parte, el PSOE, contra todo pronóstico, resistió el embate de la derecha y logró sumar dos diputados más que en las elecciones generales anteriores.

El bipartidismo, representado por el PP y el PSOE, recobró fuerza en estas elecciones, logrando su mejor resultado en una década después de varios comicios en los que la irrupción de nuevos partidos había debilitado su presencia política. Partidos como Podemos, Ciudadanos y Vox habían llevado al bipartidismo a sus peores cifras desde el inicio de la democracia. Sin embargo, en estas elecciones, Ciudadanos desapareció del mapa político y Vox sufrió una significativa caída, perdiendo 19 diputados.

Por otro lado, el espacio político de Unidas Podemos, ahora integrado en la plataforma Sumar, sufrió una importante pérdida de escaños en comparación con 2016, cuando obtuvo 71 diputados en el Congreso bajo el liderazgo de Pablo Iglesias.

Además de estos cambios en la izquierda y la derecha, las fuerzas políticas independentistas y regionales también serán decisivas para la formación del futuro Gobierno de España. La falta de una mayoría clara en el Congreso hace que los pactos y las negociaciones entre partidos sean fundamentales para establecer una dirección política en el país.

Por redaccion

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