París, Francia

El presidente Emmanuel Macron anunció el viernes el despliegue de blindados y 45,000 policías en todo el país para hacer frente a los violentos disturbios que se han desatado en varias ciudades en respuesta a la muerte de un joven baleado por un agente. Tras tres noches consecutivas de enfrentamientos, que han dejado edificios públicos atacados, tiendas saqueadas y vehículos incendiados, se ha decidido fortalecer las medidas de seguridad.

El ministro del Interior, Gérald Darmanin, informó sobre el aumento en el despliegue policial, con 5,000 agentes adicionales con respecto al día anterior. El presidente Macron destacó la gravedad de los disturbios y apeló directamente a los padres de los menores involucrados en las protestas, instándolos a tomar responsabilidad y evitar que sus hijos participen en actos de violencia.

Los enfrentamientos comenzaron el martes en los suburbios de París y se han propagado por todo el país después de la muerte de Nahel, un joven de 17 años que recibió un disparo a quemarropa por parte de un agente durante un control de tráfico en Nanterre, cerca de la capital francesa. Durante la última noche, se reportaron 875 detenciones, 249 agentes heridos, 492 edificios atacados y 2,000 vehículos incendiados.

Ante la creciente violencia, el gobierno decidió reforzar el número de agentes desplegados y autorizar el uso de blindados de la gendarmería, un cuerpo militar encargado de la seguridad pública, especialmente en zonas rurales. Además, se han tomado medidas adicionales, como la suspensión de grandes eventos, la restricción del transporte público después de las 21:00 y la prohibición de la venta de cohetes, bidones de combustible y productos inflamables.

El gobierno enfrenta una fuerte presión tanto de la derecha como de la ultraderecha, que piden una mano dura y medidas de represión más severas, así como de aquellos que solicitan acciones de apaciguamiento. La oposición de izquierda ha condenado el comunicado emitido por dos sindicatos de policía, calificándolo como una amenaza de sedición y un llamado a la guerra civil.

La violencia policial en Francia y las acusaciones de racismo y discriminación han generado un intenso debate en el país. La ONU ha instado a las autoridades francesas a abordar seriamente los problemas de racismo y discriminación racial en las fuerzas de seguridad. Varios países europeos, como el Reino Unido, Alemania y Noruega, han advertido a sus ciudadanos que eviten las zonas de disturbios y tomen precauciones adicionales.

Hoy sábado se llevará a cabo el funeral de Nahel en Nanterre. La madre de la víctima ha expresado que no culpa a la policía en general, sino solo al agente responsable de la muerte de su hijo. El agente ha sido puesto en prisión preventiva por homicidio voluntario, y su abogado ha manifestado que pidió disculpas a la familia de Nahel.

Por redaccion

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