Santo domingo RD

En el tradicional Día de las Madres, cientos de personas se congregaron en los cementerios de la ciudad capital, cargando flores y velas, para rendir homenaje a sus madres fallecidas. Desde tempranas horas de la mañana, el Cementerio Nacional de la Máximo Gómez fue testigo de un desfile de hijos y nietos, portando rosas y velones, en dirección al lugar de descanso final de quienes fueron consideradas como el «ser más importante de su vida».

Lilin de Suarez, con gran cuidado, colocaba flores en la capilla familiar donde descansan su madre, su tía -quien fue como una segunda madre para ella-, y su suegra, todos bajo los apellidos «Suárez Peña». Con una sonrisa en su rostro, compartió: «Vengo todos los Días de las Madres, y nunca les falta flores. Parece que desde arriba las cuidan, porque siempre están presentables».

El cementerio contaba con la presencia de agentes de tránsito, la Policía Municipal y personal de servicios públicos de la Alcaldía del Distrito Nacional, quienes se aseguraban de la recogida de basura y el cuidado del espacio. Pamela Martínez Santos, directora de Servicios Públicos del ayuntamiento, indicó que se llevarían a cabo operativos de recolección de basura durante todo el día, ya que a medida que los dolientes acondicionaban las tumbas de sus familiares, se generaba basura.

Además, a la entrada del cementerio, la Funeraria Blandino recibía a las personas y les entregaba velones blancos. A las 10:00 de la mañana, tenían previsto soltar globos blancos como parte de las celebraciones en honor a las madres.

Los vendedores de flores también comentaron que las ventas se mantenían altas y que, a pesar de la demanda, los precios se mantenían estables, alrededor de RD$75 por paquete.

En el Parque Cementerio Puerta del Cielo se llevó a cabo una misa especial dedicada a las madres que han fallecido y que son recordadas por sus seres queridos. La eucaristía fue oficiada por monseñor Faustino Burgos Brisman, obispo auxiliar de Santo Domingo Oeste, y contó con la asistencia del padre Edvaldo da Rocha. Durante su homilía, Burgos Brisman destacó el valor de las madres como un regalo de Dios y como guías, maestras y orientadoras en la vida de sus hijos. Al finalizar la misa, se elevó al cielo un enorme rosario hecho de cientos de globos blancos biodegradables al sonido de los violines.

Leonardo Vargas, presidente ejecutivo del Parque Cementerio Puerta del Cielo, resaltó que el objetivo de la ceremonia religiosa era conmemorar a todas las madres, especialmente a aquellas que descansan en el parque. También enfatizó el compromiso del parque con la seguridad de quienes descansan allí.

Por redaccion

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