Minneapolis, Minnesota, EE.UU

La evaluación de la violencia policial en Estados Unidos se encuentra en un estado de incertidumbre, sin avances significativos en la implementación de reformas sustanciales. A principios de enero, el asesinato de Tyre Nichols a manos de la policía de Memphis resaltó la dificultad de lograr un cambio significativo en este tema.

La muerte de George Floyd en manos de la policía de Minneapolis y las intensas protestas que se desataron en todo el mundo parecían haber sido el catalizador necesario para una evaluación nacional sobre el racismo en las fuerzas policiales. Las imágenes angustiantes del video que mostraba el asesinato de Floyd el 25 de mayo de 2020 generaron demandas de cambio en todo Estados Unidos.

Sin embargo, a pesar de la pandemia del nuevo coronavirus, la incertidumbre económica y las elecciones presidenciales divisivas, el año 2020 concluyó sin las reformas policiales importantes que muchos esperaban y otros temían. Los años 2021 y 2022 también fueron testigos de un progreso limitado en este ámbito.

En la actualidad, tres años después del asesinato de Floyd, los defensores de acciones federales, como la prohibición de las llaves de estrangulamiento y las órdenes de arresto sin previo aviso, así como el cambio en las protecciones de inmunidad calificada para las fuerzas del orden, aún esperan señales de cambio.

Sin embargo, los activistas por la justicia racial y sus aliados en cargos electos no han disminuido sus esfuerzos. La muerte de Tyre Nichols a manos de la policía de Memphis a principios de enero destacó la cantidad de tiempo y esfuerzo necesario para lograr un cambio significativo.

Aunque hubo algunos cambios en Minneapolis después del asesinato de Floyd, como la prohibición del uso de llaves de estrangulamiento y restricciones en el uso de tácticas que dificultan la respiración o el flujo sanguíneo, y la implementación de requisitos para que los agentes intervengan ante el uso inapropiado de la fuerza por parte de sus compañeros, aún se esperan los resultados de una investigación federal sobre el comportamiento policial inconstitucional o ilegal en la ciudad.

A nivel federal, la Ley George Floyd de Justicia Policial, presentada en 2020, mostró algunas señales prometedoras al prohibir las llaves de estrangulamiento y las órdenes de arresto sin previo aviso, así como al establecer una base de datos de policías con historial de mala conducta grave. Sin embargo, la ley no fue aprobada en el Senado.

El presidente Joe Biden ha renovado su llamado al Congreso para que promulgue una reforma policial significativa y está dispuesto a trabajar con legisladores de ambos partidos en soluciones genuinas.

A pesar de los obstáculos y la falta de progreso sustancial, los familiares de George Floyd y los defensores de la reforma policial continúan luchando por un cambio duradero. Los activistas de Minneapolis tienen planeada una vigilia con velas para conmemorar el aniversario de la muerte de Floyd, mientras que en otras partes del país se están llevando a cabo eventos y actividades similares.

Por redaccion

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