Por: Felipe Ventura

La crisis hídrica es una realidad que debe ser abordada con seriedad y urgencia en
República Dominicana. El impacto de la escasez de agua puede afectar diversos
sectores de nuestra economía, desde el turismo hasta la agricultura. Es necesario


actuar de manera conjunta y coordinada para proteger nuestros recursos hídricos,
promover el uso eficiente del agua y buscar soluciones innovadoras que nos
permitan enfrentar este desafío. El futuro de nuestro país depende de nuestra
capacidad para conservar y gestionar de manera responsable este recurso vital.

En un artículo publicado por Carmen Sánchez-Silva en el periódico El País, se
expone la grave situación de escasez de agua que está afectando a nivel mundial.
Esta problemática no solo es una advertencia para el futuro, sino que ya está
redefiniendo la economía global. En España, el parque natural de Doñana se
encuentra en una situación crítica, enfrentando una escasez hídrica que ha llevado
al gobierno a tomar medidas drásticas, como el cierre de pozos legales e ilegales
que extraen agua del acuífero para el año 2025

La sequía que azota a Europa, considerada la peor en 500 años, ha generado
pérdidas económicas por valor de 18.000 millones de euros. Esta crisis del agua se
ha convertido en un tema central durante la campaña electoral, con comunidades y
ayuntamientos haciendo énfasis en la importancia de este recurso escaso.
Agricultores como Jesús Calderón, de Valladolid, se enfrentan a una sequía sin
precedentes y se ven obligados a abandonar sus cultivos.

La Organización de las Naciones Unidas advierte que por cada aumento de 1ºC en
la temperatura media del planeta, se reduce un 20% la disponibilidad de recursos
hídricos. Ante esta situación, España se enfrenta al desafío de proteger su
geopolítica del agua. Expertos consultados plantean diferentes alternativas, como
aumentar los precios del agua o jubilar anticipadamente a los agricultores, quienes
son los principales consumidores de este recurso vital.

La solución a esta crisis no es fácil ni para España ni para ningún otro país. Sin
embargo, se estima que prevenir los problemas relacionados con el agua es cinco
veces más económico que no actuar. En un mundo donde cada dos minutos muere
un niño por falta de agua y donde 771 millones de personas carecen de este recurso,
es evidente que sin agua no puede existir desarrollo. Es necesaria la

implementación de ideas innovadoras para que el agua deje de ser solo un activo
económico, como afirma Matt Damon, actor y cofundador de la ONG Water.org.

República Dominicana no está exenta de los desafíos que plantea la crisis hídrica a
nivel mundial. Es fundamental que el gobierno y la sociedad en su conjunto tomen
conciencia de la importancia de proteger nuestros recursos hídricos y desarrollar
estrategias efectivas para su gestión sostenible. La escasez de agua puede afectar
negativamente a sectores clave de nuestra economía, como el turismo y la
agricultura, así como a la calidad de vida de nuestra población.


La realidad de la crisis hídrica es un llamado de atención para todos. La
supervivencia de nuestra sociedad y el desarrollo de nuestro país dependen en gran
medida de nuestra capacidad para enfrentar este desafío de manera efectiva.


Ante esta realidad, es crucial que República Dominicana se mire en el espejo de los
desafíos que enfrentan otros países y tome medidas proactivas para asegurar la
sostenibilidad de su economía. Esto implica invertir en tecnologías y prácticas que promuevan un uso más eficiente del agua en el sector turístico, así como diversificar nuestra economía para reducir la dependencia de sectores vulnerables a la escasez hídrica.


Asimismo, es fundamental fortalecer la gestión y conservación de nuestros recursos
hídricos a nivel nacional. Esto requiere de una coordinación efectiva entre el
gobierno, las instituciones responsables del manejo del agua y la sociedad en su
conjunto. Es necesario fomentar una cultura del cuidado del agua, promover la
educación ambiental y desarrollar proyectos de infraestructura que mejoren la
captación y distribución del recurso.


En cuanto al sector agrícola, es crucial implementar prácticas sostenibles que
minimicen la dependencia del agua y promuevan la eficiencia en el riego. La
inversión en tecnologías de riego por goteo y la diversificación de cultivos más
resistentes a la sequía pueden ser estrategias efectivas para mitigar los impactos
de la crisis hídrica en la producción de alimentos.


Es importante recordar que la crisis hídrica no es un problema exclusivo de
República Dominicana, sino un desafío global que requiere de acciones colectivas.
Como país, debemos estar conscientes de los riesgos y desafíos y que enfrentar la

crisis hídrica no es tarea fácil, pero es necesario tomar medidas enérgicas y
estratégicas para asegurar un futuro sostenible. Es esencial contar con el
compromiso y la colaboración de todos los actores involucrados: el gobierno, las
empresas, la sociedad civil y los ciudadanos.


El gobierno debe asumir un papel protagónico en la promoción de políticas y
regulaciones que fomenten la gestión sostenible del agua. Es fundamental fortalecer
los organismos encargados de la gestión y conservación del recurso, así como
promover la investigación y el desarrollo de tecnologías innovadoras que permitan
un uso más eficiente y responsable del agua.


Las empresas también juegan un rol clave en esta crisis. Deben asumir su
responsabilidad social y ambiental, adoptando prácticas empresariales sostenibles
que minimicen el impacto en los recursos hídricos y promuevan la conservación del
agua. Además, es importante que inviertan en tecnologías y procesos que reduzcan
su huella hídrica y promuevan la reutilización y reciclaje del agua.


La sociedad civil también tiene un papel fundamental en esta lucha. Es necesario
fomentar la conciencia ambiental y promover cambios de comportamiento en
relación al uso del agua. Pequeñas acciones individuales, como cerrar el grifo
mientras nos cepillamos los dientes o recoger agua de lluvia para regar las plantas,
pueden marcar la diferencia en el uso responsable del agua.


Por último, es crucial recordar la importancia de la educación y la sensibilización. La
crisis hídrica no puede ser ignorada ni subestimada. Es necesario educar a las
generaciones presentes y futuras sobre la importancia del agua, su valor como
recurso vital y las consecuencias de su escasez. Solo a través de la educación
podremos generar un cambio de mentalidad y construir una sociedad más
consciente y comprometida con la sostenibilidad del agua.


¿Qué medidas crees que se deben tomar para enfrentar la crisis hídrica en
República Dominicana? ¿Cómo podemos promover un uso más eficiente del agua
en nuestros hogares y comunidades? ¿Cuál es el rol de la educación en la
construcción de una cultura de sostenibilidad hídrica?

(El autor es vicesecretario de las secretarias de Educación Superior y Formación
Política en La Fuerza del Pueblo, y fundador del pensamiento de izquierda
Renovación 14 de junio)

Por redaccion

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